Seis meses han pasado desde que centenares de personas, provenientes en su mayoría del sur del Sáhara, intentaran cruzar la frontera entre Marruecos y España.
37 personas murieron y otras 77 siguen en paradero desconocido.
Según las investigaciones de 'Lighthouse Reports' y Amnistía Internacional, hubo al menos un muerto en lado español y en total 37 personas murieron y otras 77 siguen en paradero desconocido. Familiares y colectivos expertos que buscan a las personas desaparecidas, según Amnistía, han sido impedidos varias veces por las autoridades de Marruecos, para esclarecer el trágico momento vivido en el verano de este año.
"Las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas omiten lo sucedido y parece que no quieren establecer la verdad y garantizar la justicia para al menos 37 personas subsaharianas fallecidas y otras 77 que continúan en paradero desconocido, tras lo acontecido en Melilla, denota encubrimiento", aseveró Amnistía Internacional en un informe público.
Marruecos 22 - 1 España en el "fútbol frontera"
Autoridades españolas y marroquíes siguen negando cualquier responsabilidad en la masacre de personas en Melilla.
Las autoridades de los dos países, según la ONG, no han asegurado investigaciones efectivas y diáfanas para esclarecer la verdad de lo que pasó en la frontera que va a Europa. “Cuando se cumplen seis meses, las autoridades españolas y marroquíes siguen negando cualquier responsabilidad en la masacre de Melilla. Cada día es mayor la montaña de pruebas de graves y múltiples violaciones de derechos humanos", señaló la secretaria general de Amnistía Internacional, Agnès Callamard.
"Esto denota, en algunos, encubrimiento y racismo".
Entre ellas, según Agnès, la muerte ilegítima, los malos tratos infligidos a personas refugiadas y migrantes y la falta de información sobre la identidad de las personas fallecidas y la suerte de las que están en paradero desconocido. "Esto denota encubrimiento y racismo, y añade sal a heridas ya dolorosas. Es esencial que ambos gobiernos garanticen la verdad y la justicia por lo que ocurrió ese día para impedir que vuelva a suceder", transmitió Callamard.
El informe de amnistía redactado gracias a declaraciones de testigos, videos e imágenes satelitales, señala que 2000 migrantes y refugiados trataron de entrar a territorio europeo. Con todo esto la ONG pidió por escrito transparencia y aporte de información a los gobiernos de las naciones, sin embargo, según la organización, no han recibido respuesta alguna.
"Los hechos ocurridos ese día eran previsibles, y la pérdida de vidas evitable. Revela que, en los meses y días previos al 24 de junio, personas refugiadas y migrantes en los alrededores de Melilla sufrieron un incremento de los ataques de las fuerzas de seguridad marroquíes", dijo amnistía. Además, según estos, a muchas personas les quemaron y destruyeron todas sus pertenencias, lo que impulsó a miles de personas a caminar hasta la frontera, donde las autoridades marroquíes y españolas les respondieron con fuerza ilegítima y letal.
"Agentes de seguridad españoles obligaron a personas heridas a cruzar de nuevo la frontera".
Por otro lado, el trabajo realizado de Evidence Lab de Amnistía Internacional con un modelo de 3D y una reconstrucción visual del hecho dan un punto de vista de lo que ocurrió con las personas que estuvieron en aquel lugar.
"Unas 400 personas fueron arrinconadas por la policía marroquí en una pequeña zona vallada. La colaboración ofece una perspectiva escalofriante de los acontecimientos y de la actuación de las fuerzas de seguridad, que podría constituir tortura y podría haber dado lugar a homicidios ilegítimos", puntualizó la organización.
Negaron la entrada de una ambulancia de Cruz Roja
Esta también afirma que ninguna autoridad española o marroquí auxilió a las personas heridas en 8 horas y negaron la entrada de una ambulancia de Cruz Roja. "Agentes de seguridad españoles obligaron a personas heridas a cruzar de nuevo la frontera a Marruecos aunque estaban sangrando o con heridas abiertas", recalcó un entrevistado por Amnistía internacional.
La mayoría de personas retornadas a Marruecos, casi 500, data el informe, fueron encarceladas y sometidas a más abusos y más violencia; y algunos heridos fueron despojados de pertenencias y abandonados en la carretera. “Todas las personas capturadas fueron llevadas a prisión por la policía marroquí, y después en la prisión las golpeaban con martillos en la cabeza hasta que morían. Otras cuando las golpearon también fallecieron”, añadió un sudanés de 17 años para la ONG.