El hombre ha querido durante muchos siglos investigar el espacio y descubrir si hay vida más allá de la tierra. Desde 1969 en que arribó a la luna, no ha parado de mandar cohetes y satélites para encontrar indicios de ello. Tanto USA como Rusia y ahora también China que son las naciones más poderosas han rivalizado en ser los primeros en revelarlo al mundo. Pero ¿se ha conseguido algo? El mundo ha cambiado mucho desde los años sesenta y precisamente en esta Edad Tecnológica en la que nos hallamos, los medios han ayudado a comprender cosas y maravillas que el mundo antiguo consideraba como algo inaudito o provocado por los dioses. Primero empezaron con la luna, el satélite de la tierra y posteriormente con Marte. Se creía que Marte podía ser el planeta más parecido a la tierra y el cine está repleto de películas viajando a este planeta así como a Saturno. Los astrónomos en 2021 hallan en Venus, el planeta del amor, una sustancia llamada fosfina, una molécula formada por un átomo de fósforo y tres de hidrógeno. ¿Y cuál la importancia de este gas? Pues la fosfina se encuentra en los microbios en la tierra, sí, en esos mismos microbios que viven en las entrañas de animales como los pingüinos o en ambientes pobres como los pantanos.
Venus se parece a la tierra en sus condiciones físicas, pero no se puede vivir en ella por que su temperatura es de 400 grados y su presión atmosférica es 90 veces superior a la tierra. Sin embargo hemos de considerar que hay indicios de vida, aunque sea distinta a la nuestra y eso puede explicar que hubo en el pasado alguna vida. La pregunta es si fue extraterrestre. En Marte también se lo han planteado los astrónomos porque al parecer si hay agua.
Honestamente creo que si todo ese dinero que se destina al espacio y a millonarios que viajan por capricho se dedicara a hacer obras buenas, ganaríamos más. No digo con esto que estoy en contra del progreso porque hay veces que es bueno, pero si Dios puso al hombre en la tierra es porque ese era su sitio.