Los drones de combate, también conocidos como vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés), han transformado el panorama militar y de seguridad en las últimas décadas y sobre todo en la guerra entre Rusia y Ucrania, dónde estos últimos han atacado varias veces Moscú en las últimas semanas.
Alas de combate: La revolución de los drones gracias a la guerra entre Ucrania y Rusia
Estas máquinas voladoras autónomas han revolucionado la forma en que se llevan a cabo las operaciones militares y han abierto nuevas posibilidades en el campo de batalla. Con su capacidad para realizar misiones peligrosas sin poner en riesgo vidas humanas y su habilidad para recopilar información en tiempo real, los drones de combate han demostrado ser una herramienta poderosa en manos de los ejércitos y las fuerzas de seguridad de todo el planeta.
En un mundo en constante evolución tecnológica, los drones de batalla se han convertido en protagonistas de una nueva era de guerra
El desarrollo de drones de combate se ha acelerado gracias a avances tecnológicos en áreas como la inteligencia artificial, la miniaturización de componentes, la mejora de baterías y las guerras continuas donde lo que sucede en el este de Europa, está siendo el mayor campo de pruebas.
Estos avances han permitido la creación de drones cada vez más pequeños, ágiles y versátiles
Los drones de combate pueden ser utilizados en una variedad de roles, incluyendo la vigilancia, el reconocimiento, la recopilación de inteligencia, la designación de objetivos, el ataque aéreo y la entrega de suministros
Uno de los aspectos más destacados de los drones de combate es su capacidad para operar durante largos períodos de tiempo sin descanso. Esto se debe a su capacidad de despegue vertical, lo que significa que no requieren pistas de despegue y aterrizaje, lo que les permite operar en espacios reducidos. Además, pueden ser controlados de forma remota desde centros de operaciones terrestres, lo que reduce aún más el riesgo para los operadores.
En términos de diseño, estos aparatos de combate varían en tamaño y configuración. Algunos son del tipo "ala fija", similares a aviones convencionales, mientras que otros son "ala rotatoria", con hélices que les permiten mantenerse en el aire de manera estacionaria y maniobrar en espacios estrechos. Los drones de combate también pueden estar equipados con una amplia gama de sensores, cámaras y sistemas de armas, lo que les permite cumplir diversas misiones con eficacia.
Sin embargo, a pesar de sus beneficios, estas máquinas de combate también plantean desafíos éticos y legales. La precisión de los ataques y la posibilidad de errores en la identificación de objetivos han suscitado preocupaciones sobre víctimas civiles y daños colaterales. Además, la cuestión de la privacidad se ha convertido en un tema candente, ya que los drones pueden recopilar grandes cantidades de información y realizar vigilancia sin ser detectados fácilmente.
El Bayraktar TB2, los estadounidenses Swichblade 300 y 600, los iraníes Shahed 136 o los Forst Post israelíes los más usados en la guerra entre Ucrania y Rusia, según César Pintado
Profesor y analista para el Estado Mayor de la Defensa de España, para Euronews:
"Rusia estaba atrasada en sus drones. De hecho había incorporado a su Ejército drones de fabricación israelí, como por ejemplo el Fort Post, y ahora, sometida a las sanciones y al bloqueo tecnológico está haciendo compras masivas de drones iraníes como es el Shahed, o incluso otros modelos iraníes o israelíes. Por otro lado, Ucrania partía ya de una situación de inferioridad con pocos drones propios. Están haciendo desarrollos muy interesantes como el **RAM, el PD-1 ,**y otros drones menos recientes como el UJ-22 o el Viber,que tienen más alcance, pero también está habiendo innovaciones interesantes como el uso de Switchblade 300 y 600 donados por Estados Unidos, aunque supongo que por parte ucraniana, la estrella de la película de los drones sería el Bayraktar TB2".