Con todo el tiempo que tuvimos para aprovechar en la alcoba, por la pandemia los más fogosos hemos tenido tiempo de experimentar cositas que normalmente la rutina no te lo permite. Quizás para algunos el uso de accesorios extra a la hora de la intimidad se vuelve un contratiempo cuando la pasión llama a la puerta. Pero he venido a tocarles un tema que seguramente para muchos (hasta un 70% podría arriesgar) pasaba desapercibido. Estamos hablando de una posición legendaria pero aplicando una técnica tan simple como ancestral.
El beso de Estocolmo es una técnica que a las mujeres nos genera mucho placer y hasta podría decir que nos ejercita la parte abdominal, favoreciendo a nuestra figura. Se trata de aplicar la posición del misionero tan conocida y ejecutada por todos, pero sin moverse ninguno de los dos participantes, solamente debe hacer contracciones la mujer. Las contracciones se hacen con la vagina, al ritmo de contraigo-relajo, al ritmo que vos quieras y hasta con música de fondo, ejerciendo más o menos presión como prefieras, de acuerdo al talento de la susodicha amante. Es una posición que nos empodera muchachas.
Con el tiempo y la práctica te puedo asegurar que te volverás una experta. Lo ideal de esta técnica es llegar a hacer contracciones tan fuertes y capaces de hacer alcanzar el orgasmo a tu pareja. La salud de tu vagina y de toda la parte pélvica te lo van a agradecer. El practicar el beso de Estocolmo te estará ayudando a mantener los músculos de la zona y a reducir paulatinamente los dolores menstruales de cada mes.
Ahora vamos a hablar de un detalle que estaba pasando por alto, ¿por qué se llama "El beso de Estocolmo"? Vaya dato no menor. La capital del Reino de Suecia, es descrita a menudo como la ciudad más hermosa del mundo, y le debe su seductora hermosura sobre todo a su particular localización. Es una ciudad de 14 islas que desembocan en el lago Mälaren. He aquí la respuesta, es una ciudad llena de agua. Y si de aguas se trata... con el Beso de Estocolmo te inundas.