La guerra que se libra en Ucrania sabemos que ya no es solo cosa de Ucrania y Rusia. Y poco a poco tanto sus consecuencias como derivaciones van involucrando y preocupando a las naciones que quieren evitar a toda costa que eso termine en una Guerra Mundial. Pero al margen de esto que es en si muy preocupante, no podemos obviar una característica que es sumamente esencial para entender hasta que punto el mundo ha cambiado y eso también se ve reflejado en la guerra. Se hace una guerra híbrida, mitad convencional como las de antes y mitad tecnológica.Es la utilización de la tecnología para atacar a un objetivo determinado y este es Rusia. Annonymous que nadie sabe exactamente que es, si se trata de un grupo de adolescentes que hackean, o bien la CIA u otro organismo secreto, han iniciado una serie de ataques en el entrono digital contra organismos rusos como la televisión estatal difundiendo vídeos de la situación en Ucrania.Pero este no es un fenómeno nuevo, pues ya ocurrió en 2014. Por aquel entonces el mundo no hizo nada para que Rusia se apoderara de Crimea. Ahora parece ser distinto y los países empiezan a colaborar con armas y otro tipo de ayuda. Se dice que 16.000 voluntarios han ido a Ucrania para ayudarles. Pero si hay algo que puede hacer daño son los bulos que se difunden en internet e intentan desestabilizar la propaganda del Kremlin. Porque Rusia está manejada por unos pocos hombres alrededor de Putin. Sus conversaciones así como decisiones son altamente secretas. La clase media en Rusia no vive como estos oligarcas y tampoco se entera de toda la verdad. Y ahí es donde entran los ciberataques. Rusia dicen que va a crear un internet nuevo para poder protegerse de ello, pero no es fácil en un mundo globalizado. El precio del poder es caro y muchas veces la ambición se vuelve contra uno mismo.