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Así es la verdadera felicidad

Así es la verdadera felicidad

Las personas felices tienen formas muy específicas de pensar y expresarse porque sus actitudes positivas hacia los demás y la vida en general, ayudan a mantener un estado de plenitud por más tiempo.

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LaleskaTorres
@LaleskaTorres

La felicidad es una de los máximos anhelos del ser humano, sin embargo, muchas veces se le confunde con situaciones que aunque pueden contribuir para alcanzarla no la representan de un todo. La felicidad es un estado de ánimo que se caracteriza por una satisfacción plena y duradera con la propia existencia y con el entorno. Las personas que logran alcanzar este estado suelen tener una serie de rasgos comunes en su forma de pensar y comunicarse, que reflejan su actitud positiva y constructiva hacia la realidad. 

 

La felicidad que proviene de factores externos no deja de ser un estado temporal porque tarde o temprano desaparece, ser feliz y estar feliz no es lo mismo. Los factores externos pueden proporcionarnos momentos de alegría, pero no son suficientes para hacernos sentir plenos y satisfechos. Por eso, hay personas que a pesar de tener éxito en el ámbito financiero, personal o profesional, no se sienten felices, porque les falta algo más profundo y trascendente. La felicidad se construye desde dentro, no desde fuera, y se basa en el desarrollo de nuestras potencialidades, valores y propósitos. Hay algunas características que identifican a las personas que han logrado ser verdaderamente felices. 

 

 

Principales cualidades a desarrollar para lograr la felicidad verdadera

 

1.- Calma

La calma es un estado emocional que favorece la felicidad, ya que implica aceptar la realidad tal como es y no dejarse llevar por el miedo o la ansiedad. La calma no significa estar pasivo o indiferente, sino ser consciente de lo que ocurre y actuar con serenidad y prudencia. La calma nos permite analizar las situaciones desde una perspectiva más amplia y objetiva, lo que facilita la resolución de problemas y la toma de decisiones acertadas. Asimismo, nos ayuda a controlar nuestras reacciones y a expresarnos de forma adecuada, evitando así conflictos o arrepentimientos innecesarios. Por otro lado, beneficia nuestra salud física y mental, ya que reduce los niveles de estrés y favorece el funcionamiento de nuestro organismo. La calma es, por tanto, una habilidad que podemos desarrollar, que nos permitirá vivir con más plenitud, salud óptima y armonía.

 

2.- Paciencia

La paciencia se dice que es una virtud y no por casualidad, es una cualidad que nos permite afrontar los desafíos y las dificultades de la vida con serenidad y perseverancia. La paciencia nos ayuda a evitar la ansiedad, el estrés y la frustración que nos generan las expectativas irreales o las exigencias desmedidas. Al ser pacientes, podemos evaluar mejor las situaciones, tomar decisiones más acertadas y trabajar con constancia y dedicación hacia nuestras metas. La paciencia también nos permite respetar el ritmo de los demás, comprender sus puntos de vista y tolerar sus diferencias. Ser paciente es una forma de demostrar madurez, confianza y amor propio, así como de contribuir a nuestra felicidad y bienestar.

 

3.- Flexibilidad

La flexibilidad es una cualidad que implica saber adaptarse a los cambios, respetar las diferencias y tolerar las dificultades. Una persona flexible no se aferra a sus planes, creencias o ideas, sino que está dispuesta a escuchar, aprender y modificar su conducta según las circunstancias. Ser flexible no significa renunciar a lo que uno piensa o quiere, sino elegir la mejor opción en cada momento, asumiendo las consecuencias, reconociendo los errores y superando los fracasos. La flexibilidad es una habilidad que se puede desarrollar con práctica, reflexión y apertura mental.

 

4.- Gratitud

La gratitud cuando nace de lo profundo del ser es uno de los sentimientos más poderosos que existe, aumenta en los niveles de optimismo, paz y tranquilidad, lo que provoca una alta frecuencia vibratoria que permite sintonizar con personas o situaciones de alta vibración, elevando el nivel de confianza y bienestar. Es una actitud que surge del reconocimiento de los beneficios recibidos, tanto de las personas como de las circunstancias. Es una forma de valorar lo que tenemos y lo que hemos vivido, sin importar si fue positivo o negativo, pues todo nos aporta aprendizaje y crecimiento. Al practicar la gratitud, aumentamos nuestra autoestima, nuestra felicidad y nuestra salud mental, pues reducimos el estrés y la ansiedad. Además, al expresar nuestra gratitud a los demás, fortalecemos nuestras relaciones sociales y generamos un clima de armonía y cooperación. La gratitud nos permite vibrar en sintonía con la abundancia del universo y atraer más bienestar a nuestra vida.

 

Reflexión

La búsqueda de la felicidad es un objetivo común entre los seres humanos, pero muchas veces se confunde con la satisfacción momentánea de obtener lo que se desea. Sin embargo, la felicidad no depende solo de las circunstancias externas, sino también de la actitud interna que se tiene ante la vida. Para ser feliz, no basta con conseguir lo que se quiere, sino también con saber apreciar lo que se tiene, cultivar la serenidad, la tolerancia, la gratitud y el amor. Así, la felicidad se convierte en un estado de ánimo más estable y profundo, que no se altera por los cambios o las dificultades, sino que se fortalece con ellos. Algunas personas creen que serán felices cuando adquieran ciertas posesiones materiales, logren el empleo soñado o conozcan a una persona especial, sin embargo, el cumplimiento de un deseo en sí puede ser satisfactorio en el momento pero no es garantía ni tampoco suficiente para mantener la felicidad. Si llegado ese momento uno de los deseos se ha cumplido y además se ha aprendido a mantener la calma, paciencia, flexibilidad y se siente un sincero agradecimiento, entonces la felicidad será más sólida y duradera, creando una profunda paz y bienestar en la vida.

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