Augusto Orta Córdoba, camina de la mano de la poesía, comprometido con el arte y la cultura, va hilvanando las palabras, jugando con metáforas, libre del acartonamiento de la academia, recorrer su cuenta de instagram, @augustocordoba, es una bocanada fresca de libertad.
Augusto Orta Córdoba vive de la poesía, no en el sentido material sino filosófico es por esto que lo podrás encontrar haciéndose tiempo en alguna obra de albañilería u otra changa para escribir un microrrelato.
La poesía es una diosa, en la cual los humanos han dejado de creer. La consigna poética es contundente y en cierto modo desequilibrante, la puedes ver escrita en una hoja Rivadavia con una letra manuscrita informal, un grito que surge de las entrañas, No seas miserable de exigir un arte políticamente correcto, este tipo de consignas poéticas que recuerdan al Mayo Frances explotan en la cuenta @augustocordoba y merecen ser disfrutadas.
Augusto recorre la calle en busca de la poesía urbana escrita en los muros por manos anónimas, tiene una colección de registros fotográficos, autenticas delicias de la ingeniosa expresión popular, en un viejo muro desgarrado se puede leer Manejate contundente y crudo, una enseñanza al paso, o la irreverente Yutaculia que invita a los peatones a la rebelión o la optimista con paciencia y con saliva este pescador de ilusiones valora la poesía en todas sus formas y la resguarda.
Augusto instala su poesía en espacios públicos, galerías y museos, él a aprendido a dimensionar su poética en una escala diferente al formato libro, en el 2012 instalo una gigantesca tela en El Buen Pastor que decía El día que el poeta le importe a la sociedad lo mismo que a su presidente, ese día comenzaremos a dialogar de progreso, o su mensaje en una sabana sucia que supo instalar en el año 2018 en donde se leía Que nadie sea perfecto es lo que nos hace iguales.
La poesía es una diosa, en la cual los humanos han dejado de creer, no es el caso de Augusto Orta Córdoba quien día a día renueva su vinculo con la poesía.