Discursos, frases y palabras salidas de las vísceras de un fascista podrían estar a la altura de las escupidas este año por el catalán militante y cara visible del partido que olvidó sus raíces, el Partido Socialista Obrero Español.
Hoy, 5 de diciembre, no hay nadie de los "socialistas" que le diga algo a Borrell ni el presidente. Parece que todo el mundo está de acuerdo con las lamentables declaraciones del que se supone debería ser un "diplomático transparente, neutral y creíble" para la Unión Europea, pero no es así e incluso los medios alemanas , lo corroboran.
El Jefe de la Diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell Fontelles, habla como un ciudadano europeo del siglo XVI
Cuando el conflicto de Cataluña era una problema prioritario en la agenda por culpa del independentismo en Cataluña, el de Pobla de Segur, Lleida, dejaba claro que había que "desinfectar Cataluña". Sin embargo, en otros asuntos como el de los talibanes en Afganistán, Borrell pedía "diálogo y negociación".
También, en relación a Venezuela, y en contra de lo que hace José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente de España, Josep ha estado a la vanguardia con las órdenes de los Estados Unidos y la OTAN apoyando a Juan Guaidó diciendo que era el "legítimo presidente" pese a no haber ganado ni unas elecciones.
"Apoyamos firmemente al presidente legítimo de Venezuela Juan Guaidó", sostuvo.
Borrell le da la espalda al socialismo
Así, llegó la guerra en Ucrania de Putin y el Jefe de la Diplomacia de la UE se disfrazó de militar con corbata para justificar cada una de las atrocidades que ha dicho y que dan la espalda al socialismo, ese que realmente solo defienden los pacifistas de siempre, los que le dicen no a la guerra, no a las armas, no a la otan, no al imperialismo ruso...
Ese socialismo utópico, sí, sería un jardín donde la jungla sería la joya de la corona por su infinita biodiversidad. Algo en lo que, seguramente, para Borrell, por mucho que matice sus palabras no estaría de acuerdo, porque, según él, la mayor parte del resto del mundo es una jungla, y la jungla podría invadir el jardín.
"Los jardineros deben cuidarlo, pero no van a proteger el jardín construyendo muros. Un bonito y pequeño jardín rodeado de altos muros para evitar que entre la jungla no va a ser una solución", afirmaba el catalán en octubre.
Además, según Fontelles, Europa es la mejor combinación de libertad política, prosperidad económica y cohesión social que la humanidad ha sido capaz de construir.
A Josep Borrell se le olvidó
Pero a Borrell se le olvidó añadir que fue gracias a que los europeos se pusieron de acuerdo, para repartirse las otras partes del mundo y apoderarse de todo cuanto pudieron, como se refleja en los museos del viejo continente o que las guerras entre ellos mismos o las mundiales, que solo se libran en Europa, hacen a estos más democráticos y pacíficos, pero no es así.
La misma guerra en Ucrania es una guerra entre europeos. Moscú y Kiev son tan europeos como Berlín, Londres, París o Madrid. Por tanto, si lo que quería dar a entender el Jefe de la Diplomacia en la Unión Europea es que Rusia es una jungla, Pobla de Segur, también, lo es.
El "Nuevo Mundo" de Borrell Fontelles
Si esto ya era bastante argumentario para poder jubilar a Josep Borrell, el abuelo español sorprendió con un discurso de su "nuevo mundo" que defiende el robo y la masacre contra más del 90% de la población que vivía en todo el continente americano antes de la llegada de los Cristóbal y los Cortés.
"Para navegar en esta tormenta ya no nos sirven ni las rutas, ni los mapas del pasado. Como los descubridores y conquistadores, tenemos que inventar un Nuevo Mundo", esto manifestó la semana pasada ante la Asamblea Parlamentaria Europea-Latinoamericana, un organismo compuesto por 150 parlamentarios de Europa y América Latina.
Finalmente, que el Jefe de la Diplomacia en la Unión Europea utilice las tribunas para defender ideas racistas, discriminatorias y considerar los valores europeos como únicos modelos universales, ya es algo que, para este opinador y otros medios de Alemania, viola la transparencia, la neutralidad y la credibilidad de la Unión Europea.