El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se saltó la constitución del país, pero el partido sigue. Él oficializó su candidatura a la reelección, a pesar de que hay recursos legales establecidos en la Constitución de su país que le impiden repetir mandato.
Bukele no puede repetir mandato en El Salvador, pero él, ya es un dictador, y ganará
Nayib Bukele vencería en primera vuelta en El Salvador, según las encuestas. Él aseguraba que "en El Salvador, una misma persona no puede ser presidente dos veces seguidas" y tacho de dictadores" al expresidente Juan Orlando Hernández y a Daniel Ortega, reelegidos en Honduras y Nicaragua.
Por otro lado, informó El País a mediados de año, voces críticas advierten de que se trata de un movimiento para perpetuarse en el poder y critican la deriva autoritaria del político. “No soy un dictador”, se ha defendido Bukele, en el cargo desde 2019.
Los magistrados de la Sala Constitucional, impuestos por Bukele y leales al mandatario, hicieron una “interpretación” de la Ley Fundamental en la que establecían que la reelección en períodos continuos es viable, con lo que despejaron el camino del popular presidente para repetir mandato
Ese mismo año, el Tribunal Electoral informó de que admitía la resolución de los jueces y dejó presentarse a Bukele y Ulloa. La Constitución salvadoreña, en vigor desde 1983, establece en su artículo 152 que no puede ser candidato a presidente “el que haya desempeñado la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores del periodo presidencial”. Es decir, no permite de ninguna manera dos mandatos sucesivos, aunque la redacción deja la puerta abierta a los mandatos alternos.
"Bukele cuenta con una enorme popularidad entre la población de su país, que se debe principalmente a una brutal ofensiva lanzada hace más de un año contra las pandillas y grupos criminales que sembraban el terror en las ciudades salvadoreñas. Hasta la fecha han sido apresadas al menos 68.000 personas y las estadísticas oficiales muestran una reducción muy importante en cuanto a homicidios y otros crímenes. Organismos de derechos humanos, sin embargo, han denunciado un uso extremo de la fuerza y sistemáticas violaciones a los derechos humanos, que incluyen muertos por torturas, golpes, estrangulación, hacinamiento extremo, violaciones del debido proceso, falta de garantías, detenciones masivas y muertes bajo custodia. Además de su controvertida guerra contra las maras, Bukele ha avanzado en el control del aparato del Estado. El presidente ya había consolidado su poder en 2021 con una victoria sin precedentes en las elecciones legislativas, tras lograr un número de diputados inédito que le ha dado mano libre para impulsar su agenda política".
Bukele ha criticado a la agencia estadounidense de noticias Associated Press por una crónica sobre su aparición en los Juegos
AP citó a Alan McDougall, un historiador del deporte de la Universidad canadiense de Guelph, quien hizo una comparación del uso de grandes eventos deportivos por gobiernos autoritarios para lavar su imagen.
“Organizar con éxito un evento internacional puede dar confianza a un régimen para actuar con impunidad. El deporte es un atajo para ganarte a ti mismo, ni siquiera popularidad, solo aceptación”, explicó McDougall. El analista, según AP, hizo referencia “al uso del atletismo como herramienta política en la década de 1930, cuando la Italia dirigida por Mussolini fue sede de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos se celebraron en la Alemania nazi”. Bukele reacciono con mofa en Twitter, su red favorita para comunicar sus decisiones. “AP literalmente me está comparando con Hitler y Mussolini. Reductio ad Hitlerum: ganamos el debate”, escribió.
Aunque los salvadoreños celebran los bajos índices de criminalidad y muestran adoración hacia su presidente, según El País, hay acciones de Bukele que levantan las alertas sobre un giro autoritario en su Gobierno. Recientemente, las autoridades pidieron a la Feria del Libro de Guatemala, la más grande de Centroamérica, que retirara del programa la colección de cuentos Sustancia de hígado, de la escritora salvadoreña Michelle Recinos, que reúne relatos que critican el régimen de excepción impuesto por Bukele, las violaciones a los derechos humanos y las desapariciones forzosas. Al Gobierno salvadoreño le molesta especialmente el cuento titulado Barberos en huelga, una conmovedora y alarmante narración que explica cómo el Ejército tomó las calles e hizo desaparecer a miles de hombres jóvenes en su guerra contra las maras. “El Gobierno de mi país prohibió la presentación de mi libro. ¿Bajonea? Sí, un vergo. ¿Vamos a callar? No. No nos van a callar”, escribió en Twitter Recinos, quien anunció que presentará su libro este sábado. Acciones como esta ponen en alerta a escritores, periodistas e intelectuales de El Salvador, que temen que la censura se convierta en algo común en su país, mientras Nayib Bukele busca perpetuarse en el poder.