El chileno Nicolás Zepeda se prepara para ser juzgado por la justicia francesa luego de ser indicado como el principal sospechoso de haber dado muerte a su novia japonesa, identificada como Narumi Kurosaki, en diciembre de 2016.
Según distintos medios de comunicación franceses, “Zepeda será juzgado por el tribunal de lo penal de Doubs durante el primer semestre de 2023″, declaró el fiscal de Besanzón, Etienne Manteaux. Desde que se conoció este caso, es que Zepeda ha mantenido su versión de que es inocente del homicidio y desaparición de Narumi en Francia, e incluso ha impugnado su envío ante el juzgado penal luego que lo considerara “injustificado”.
El acusado es hijo de un alto funcionario de la empresa telefónica y fue extraditado desde Chile a Francia en julio del 2020. Debido a las sospechas que existen en su contra tras la muerte de su novia, es que arriesga a ser recibir una condena de cadena perpetua.
Según los antecedentes del caso, antes que la joven desapareciera, ambos no atravesaban por buenos momentos ya que se habían distanciado, mientras que ella había iniciado una nueva relación, lo que habría despertado los celos de Zepeda.
Nicolás, novio de Narumi: Inicios de una historia macabra
En 2014, Nicolás Zepeda y Narumi Kurosaki se conocieron en Japón, cuando Zepeda realizaba una serie de estudios superiores en el país oriental tras cursar en su país la carrera de Administración Pública en la Universidad de Chile. Como parte de un convenio, Zepeda abandonó Chile y se fue a Japón entre abril de 2014 y abril de 2015. De esta forma se conocieron en una fiesta para extranjeros, en donde Zepeda era uno de los DJ. El amor entre ambos fue casi instantáneo, e iniciaron una relación amorosa.
Incluso, en mayo de 2015, Narumi visitó Chile y conoció a la familia de Zepeda, a quienes fue presentada como su pareja oficial y formal. Los datos entregados por el chileno además sostienen que tras el inicio de esta relación en 2015, Zepeda volvió a su país para licenciarse, luego regresó una vez más a Japón a buscar trabajo y para fortalecer su relación con Narumi. Sin embargo, no hubo suerte en el trabajo, ni en el amor: la pareja se separó.
Además, Zepeda habría manifestado que “habíamos vivido durante 2015 un distanciamiento dado que volví a Chile a terminar mis estudios”, y que un intercambio de estudios de Narumi en Francia “catapultó situaciones incómodas para los dos que terminaron por agotar los recursos para mantener una relación”. Por otro lado, y tiempo después, Narumi había iniciado una nueva relación con un francés, lo que había desatado los celos y la actitud posesiva que Zepeda mantenía con la víctima.
Un año después, en 2016, cuando Zepeda se encontraba en Madrid, habría recibido un correo de Narumi. Tras el intercambio de algunos mensajes, los jóvenes se reunieron en Francia. Zepeda llegó al país galo a finales de noviembre y a principios de diciembre se trasladó a Besançon, donde Narumi estudiaba y vivía.
El primer lugar que visitó el sospechoso fue Dijon, muy cerca de Besançon, donde la policía logró determinar que el chileno entró a un supermercado Carrefour para comprar un bidón de 5 litros de productos inflamables para estufa de petróleo, fósforos y cloro. Además, el sujeto habría comprado ropa nueva. Esa misma jornada, según la policía, Zepeda recorrió una zona llamada Rold Dejan de prominentes bosques y poco transitada, y que se caracteriza por ser poco visitada por la gente y turistas.
Desde ese 1 de diciembre, Zepeda se hizo recurrente en Besançon, donde la investigación manifestó que el hombre se dedicó a espiar a Narumi, siguiéndola y observándola, sin que ella lo supiera. Esto se pudo acreditar luego de que los movimientos del hombre quedaran registrados en el GPS de su automóvil.
Además, los extraños movimientos de Zepeda también quedaron registrados en su tarjeta de crédito y por el testimonio de dos residentes del lugar donde vivía Narumi, quienes apuntaron haberlo visto en el sector.
La cita entre Narumi y Zepeda
El 4 de diciembre del 2016, Narumi y Zepeda finalmente se vieron las caras para conversar y cenar. Allí, la pareja se reunió en un restaurant denominado La Table de Mustaff. Tras comer, Zepeda pagó la cuenta y se dirigieron a Besançon. El trayecto hacia esta localidad quedó registrado gracias a un foto radar, el que cursó una multa debido a la alta velocidad que manejaba el chileno.
Este último detalle fue clave para descubrir que ambos se juntaron durante esa jornada.
Desde aquí en adelante, todo se confunde. El lunes 5 de diciembre a las 03:21 AM, los vecinos de Narumi escucharon gritos de una mujer, golpes secos y mucho ruido. Aunque en un principio no se sabía de dónde provenía todo esto, los testigos manifestaron que “eran de terror”. Tras momentos de mucho ruido y confusión, los testigos manifestaron que después solo hubo silencio.
Para la policía, los gritos se deberían a que Zepeda habría asfixiado hasta la muerte a Narumi. Tras cometer el homicidio, Zepeda habría sacado el cuerpo de la víctima hasta su vehículo con la ayuda de una maleta y un frazada que extrajo de la pieza de la mujer.
Una vez realizado esto, según la policía, el objetivo de Zepeda era hacer desaparecer la mujer en la misma zona boscosa y poco transitada que el hombre exploró cuando llegó a Francia. Los antecedentes del caso apuntan a que Zepeda hizo abandono de recinto donde vivía Narumi, y que el chileno habría permanecido en esta zona boscosa desde las 05:55 AM hasta las 07:44 AM, para luego retornar a Dijon.
La investigación policial además detalló que desde la madrugada del 5 de diciembre de 2016, Zepeda habría puesto en acción una serie de acciones para encubrir sus actos, enviando mensajes a familiares y amigos, en donde se hacía pasar por Narumi. La carpeta investigativa incluso apunta a que Zepeda compró un pasaje en tren, para fabricar el registro de que supuestamente Narumi habría viajado a otra localidad.
Según Nicolás Zepeda, lo que sucedió es mucho más simple. Tras cenar con Narumi, y luego de llegar a la pieza de ella, él tomó una ducha, tuvieron sexo, y nunca más la habría vuelto a ver.
Los gemidos, los gritos y los golpes que los testigos escucharon durante esa noche del 5 de diciembre fueron producto del sexo que él habría mantenido con su ex pareja. Esto último habría sido declarado por escrito por el imputado a la Policía de Investigaciones de Chile (PDI).
El 7 de diciembre de 2016, Zepeda abandonó Francia por vía terrestre y se trasladó hasta Suiza. Desde allí, tomó un avión que lo dejó en Barcelona, en donde fui a visitar a su primo médico, Juan Ramírez Zepeda.
El testimonio de este primo indicó que cuando se juntaron, conversaron sobre cómo se asfixia a una persona. Esta dialogo habría sido largo, y le despertó la curiosidad a Juan por la manera en cómo Nicolás se expresaba.
Además, Juan habría declarado que Nicolás le dijo que no había visto a Narumi hacía meses y que tampoco le habría dicho que recientemente había visitado Francia, sino que venía de Suiza donde supuestamente reemplazó a su profesor en un seminario. Nada de esto último se pudo comprobar.
Tras todos estos hechos, las autoridades francesas solicitaron la extradición desde Chile a Francia de Nicolás Zepeda. Esto último fue realizado en julio de 2020, específicamente el jueves 23 de julio.
Frente a la pregunta de qué sucedió con el cuerpo de Narumi, que nunca fue encontrado, el jefe de la policía de Besanҫon, Christophe Touris, manifestó que “entre fines de noviembre y el 6 de diciembre llovió, y llovió mucho (…) Si el cuerpo fue tirado al río pudo haber partido. Además que a nosotros se nos avisó tardíamente que esta podría haber sido una de las posibilidades”.
Con todos estos antecedentes, Zepeda tendrá que enfrentar la justicia, en donde será juzgado por las autoridades francesas durante febrero y marzo 2023. En caso que toda la información se confirme en su contra, Nicolás arriesga pasar toda su vida tras las rejas.
Un caso que se encuentra en pleno desarrollo, y que estaremos actualizando sobre la marcha.