Lic. Juan Gabriel García Salinas
Colapsa nuestro Planeta por nuestra culpa.
El tercer planeta de nuestro sistema solar, el planeta tierra, nuestro hogar es un sistema viviente muy complejo, con aproximadamente 4470 millones de años de existencia, nuestros primeros antepasados apenas aparecieron hace seis millones de años y la civilización actual tiene alrededor de unos 6 mil años y sí, para el ser humano eso es mucho tiempo y aún así no hemos aprendido a valorar y cuidar nuestro único hogar, durante todos estos milenios nos hemos dedicado a destruir nuestro planeta sin tener en cuenta que tiene vida y que está luchando para sobrevivir al virus más terrible que la he habitado, el ser humano.
Haciendo una analogía como especie nos compartamos como agentes patógenos, y en su gran mayoría dichos agentes patógenos tienen el propósito de sobre vivir a costa de la vida de su huésped, en este caso, estamos sobreviviendo a costa de la vida de nuestro planeta mismo que colapsa lentamente sin que podamos percibirlo de manera abrupta.
Al día de hoy martes 18 de octubre según https://www.worldometers.info/es/poblacion-mundial/ ya pronto seremos 8 mil millones de personas en el planeta, ocho mil millones de almas demandando alimentos, viviendas, salud y reproduciéndonos como si los recursos naturales de nuestro hogar fuesen infinitos, nos compartamos como una plaga que hará colapsar de manera inminente nuestro hogar.
De muy poco han servido tantos acuerdos y convenciones en diferentes partes del mundo con el objetivo de evitar el calentamiento global, cada año que pasa vemos como nuestro planeta trata de auto curarse, de automedicarse elevando su temperatura para matar los virus, gérmenes y bacterias que la destruyen.
Nuestra relación con el planeta tierra debería ser simbiótica, de manera que así como nosotros nos servimos del planeta nosotros podamos cuidar de el, pero no, nuestra relación con el planeta tierra es parasitaria, contaminamos la tierra, los océanos, el aire, todo a nuestro paso se contamina.
Carta del jefe Seattle.
Ya lo dijo el jefe Seattle a Franklin Pierce presidente de EEUU en 1854.
“Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. Él es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco.
Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirían, quizás antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.
Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde está el matorral? Destruido. ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.”
Y de no despertar de este insomnio en el que estamos, será muy probable que tengamos que añadir la pregunta ¿Dónde está el ser humano? Decir, desapareció; será la respuesta más lógica, pero tengo la esperanza que aún al filo de este abismo, de este averno en el que nos encontramos podamos reconstruir nuestra relación con la tierra y que podamos heredarla sana y vigorosa a las nuevas generaciones.
Estamos haciendo colapsar y agonizar a nuestra Pachamama, y aun así pedimos que tenga piedad de nosotros.
Fuentes:
https://www.worldometers.info/es/poblacion-mundial/
https://iwofr.org/es/cu%C3%A1nto-tiempo-lleva-el-ser-humano-en-la-tierra/
https://www.elhistoriador.com.ar/carta-del-gran-jefe-seattle-al-presidente-de-eeuu/