"Los jóvenes de primera línea y de segunda y de tercera, y más allá no son victimarios, son las víctimas de un estado que no solo les quitó ojos y los encarceló por miles sino porque los dejó sin educación y sin oportunidades. Jamás la protesta social debe criminalizarse. Eso no es posible en un Estado Social de Derecho. La Corte Constitucional, a la que agradezco su apoyo a la posibilidad de hacer una política de paz, tiene razón. Los jóvenes que criminalizaron por protestar no son sujetos de una ley de paz simplemente porque esos jóvenes nunca estuvieron en guerra", dijo Petro en X.
"Los jóvenes de la primera línea nunca debieron estar presos", Gustavo Petro, Presidente de Colombia
Imagen de Julián Gómez Giraldo
Durante el 2021, Colombia fue testigo de intensas manifestaciones en respuesta a la propuesta de reforma tributaria presentada por el gobierno de Iván Duque
"Lamentable la sociedad que se alegra de su juventud presa, con razón esa sociedad sin democracia aplaudía que asesinaran 6.402 de sus hijos inocentes solo para creer en una seguridad basada en los muertos y en las rejas".
Por otro lado, también, en Colombia, el fiscal Francisco Barbosa piensa de otra manera:
"Personas de primera línea no van a poder salir (de cárceles) en Colombia. Los victimarios no pueden estar por encima de las víctimas": fiscal Francisco Barbosa, tras señalar que voceros de paz serán capturados de nuevo. "Los colombianos no pueden estar sometidos a que todo el tiempo tengamos un Gobierno que piense en los criminales y no en la gente de bien", manifestó en Noticias Caracol.
Durante el 2021, Colombia fue testigo de intensas manifestaciones en respuesta a la propuesta de reforma tributaria presentada por el gobierno de Iván Duque. Esta reforma generó un descontento generalizado entre la población, ya que se preveía un aumento en los impuestos sobre bienes básicos, como alimentos y servicios públicos, así como cambios en el sistema de pensiones. Estas medidas afectarían especialmente a la clase media y baja, lo que desencadenó una respuesta masiva en contra de la propuesta.
Las protestas en Colombia comenzaron el 28 de abril de 2021 y se extendieron por todo el país. Las ciudades principales como Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla fueron epicentros de movilizaciones multitudinarias
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Los manifestantes expresaron su descontento a través de marchas pacíficas, bloqueos de carreteras y actos de desobediencia civil. Sin embargo, algunos enfrentamientos con la policía y actos de violencia opacaron en ocasiones el carácter pacífico de las protestas.
La represión policial y la violencia en las calles cobraron la vida de varias personas, y se registraron numerosos casos de violaciones de derechos humanos. Organizaciones internacionales de derechos humanos expresaron su preocupación por la situación en Colombia y pidieron al gobierno garantizar el respeto a las libertades fundamentales y el derecho a la protesta pacífica.
En medio de este contexto de agitación social, Colombia estaba programada para ser coanfitrión de la Copa América de fútbol junto a Argentina. Sin embargo, debido a las protestas y a la inestabilidad en el país, la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) decidió trasladar el torneo a Argentina y posteriormente a Brasil, cancelando la parte del evento que se llevaría a cabo en Colombia.
La "primera línea" surgió como un término que identificaba a los manifestantes que estaban en la vanguardia de las protestas. Estos individuos, en su mayoría jóvenes, se ubicaban en la primera fila de las marchas y enfrentaban directamente a las fuerzas policiales. Su objetivo principal era proteger a los demás manifestantes de posibles represalias policiales y actuar como escudo humano frente a la violencia estatal.
Imagen de Julián Gómez Giraldo
La "primera línea" se convirtió en un símbolo de resistencia y solidaridad dentro del movimiento de protesta en Colombia. Estos activistas asumieron un rol crucial al poner sus cuerpos en la línea de fuego para proteger a otros manifestantes y llamar la atención sobre las violaciones de derechos humanos que ocurrían durante las protestas.
A pesar de los intentos por parte del gobierno colombiano de calmar las tensiones y negociar con algunos sectores de la sociedad, las manifestaciones y la presencia de la "primera línea" continuaron como expresión de la insatisfacción generalizada con las políticas gubernamentales y la situación social, económica y política en el país.