El triunfo de Talleres de Córdoba frente a River Plate le devolvió la alegría a Moni
Cuando salió a la cancha la Tetera y Moni vio que Bayoneta no tenia más las trenzas en su cabeza, asintió con entusiasmo ¡Por fin se saco esas trenzas mufas! grito con sus pulmones azules y blancos, hacia mucho que Talleres no ganaba y días anteriores en humilde procesión había acudido a su querida virgencita de San Nicolás para pedir por el triunfo del Matador.
Fue quizás la picara virgen quien convenció a Gallardo que no pusiera a todos los titulares, el pequeño milagro estaba en marcha, entonces llego el segundo tiempo y el golazo de Bayoneta, Moni gritaba y bailaba cha cha cha, emocionante fue el festejo del gol uno arriba del otro afianzando el equipo y soñando con glorias por venir.
Pasaban los minutos y Moni se ponía cada vez mas nerviosa, fumaba un cigarrillo tras otro, discutía con el arbitro, con el Var y alentaba a la distancia gracias al costoso pack de futbol que solo paga para ver a Talleres, llegaron los últimos seis minutos de descuentos y Moni apretaba fuerte sus puños cada vez un poco mas alto hasta que el arbitro dio el pitazo final.
Giros mortales para atrás, corridas por las paredes y el techo, Moni no para de saltar y festejar por momentos hace una jirafa después una tortuga y mas tarde un carpincho, es su forma de festejar de expresar su alegría, el sabroso gusto de la victoria la pone en un estado de éxtasis.
La victoria de Talleres de Córdoba llega en un momento crucial, son de esos tipos de triunfos capaces de cambiar el espíritu de un equipo, por momentos Moni imagina que hubiera pasado si su amado Matador perdía con el equipo alternativo de River Plate la catástrofe habría sido tremenda, es pues esta victoria quizás un primer paso de una racha ganadora.