...
...
Dejar de ser un saco de boxeo: ¡Stop al maltrato emocional!

Dejar de ser un saco de boxeo: ¡Stop al maltrato emocional!

En una escena de la película La Misión, el protagonista lleva siempre una bolsa con una piedra colgada a su espalda que no lo deja caminar, respirar ni vivir… Hasta que un día decide quitársela y arrojarla lejos. Lograr liberarse del maltrato emocional depende de tu decisión.

➕ Extra 25/03/2022
39 0 0 10

Giannini
@Giannini

Por Adriana Giannini

Si has crecido en una familia disfuncional y con una madre o padre narcisistas en extremo, quizá te hayan puesto en un lugar indeseable, porque eras muy sensible y empático. Si es tu caso, esos dardos envenenados que te han venido clavando tus seres más allegados desde hace años, un día empiezan a doler tanto al punto de que te los empiezas a arrancar primero con temor, luego con decepción y finalmente, con ira, cuando descubres que has sido maltratado por las personas en las que más confiabas y las que te debían cuidar.

Has tenido que cargar esa mochila de culpas que te  ataron al cuello porque eso les permitía seguir viviendo sin  sus responsabilidades que no querían, no sabían o no podían asumir. Esta es la decisión que como chivo expiatorio debes tomar: arrojar ese peso que se quitó el verdadero responsable para adherírtelo como depositario de todos los males.

Una cortina de humo

Freud explica que existen dos mecanismos de defensa en quien designa un chivo emisario: desplazamiento y proyección. En las familias que no funcionan bien como sistema, se desplazan las dificultades psicológicas grupales a uno solo, quien recibe sin poder rechazarlas, vergüenzas y culpas de la familia.

Y así se logra desviar la atención de los auténticos conflictos que deben ser solucionados. Y obviamente, de los verdaderos responsables. Es muy duro lo que tendrá que enfrentar el miembro "nominado" cuando decida dejar de pagar culpas ajenas. Deberá enfrentar a quien le endilgó ese rol y a los “monos voladores”.

Dejar de ser un saco de boxeo: ¡Stop al maltrato emocional!
"Monos voladores" que se complotan para el acoso

 

Los monos voladores son aquellas personas que forman parte de la familia o del grupo laboral, hermanos y parientes del "elegido" como  blanco de críticas y culpas,  con quienes se triangula el abuso.

El padre o madre narcisistas buscan aliados en los familiares para “complotar” contra el elegido como chivo expiatorio, inventando o exagerando historias acerca de la “mala” conducta del "nominado". Por otra parte, manipulan la realidad, dan vuelta los papeles y a los implicados que, creen ciegamente en el manipulador, porque han visto muchas veces que el chivo expiatorio ha tenido que buscar asistencia psiquiátrica o psicológica, justamente por la carga recibida.

Si se trata de un alguien que expia las culpas ajenas en el ámbito laboral, el jefe elige a un empleado para etiquetarlo  como el culpable de todos los desajustes, cuando en un grupo todos son responsables empezando por quien lo dirige. Y los monos voladores son los compañeros de trabajo que se alían a la version del jefe por comodidad o por no ocupar el lugar del "acusado".

Al falso relato familiar también, le conviene creer que “ha tenido problemas psicológicos porque hay algo malo con él, con lo cual la familia no tiene nada que ver”.

Una defensa es el mejor ataque

Así, el responsable individual o grupal como familia o en casos, la escuela o el grupo social, se “lava las manos”  y hace lo que Freud estudió como proyección y defensa. Según Freud, para mantener cierto equilibrio, algunas personas tienen la tendencia a apartar de su conciencia aquellas emociones o pensamientos que le significan un conflicto y que no quieren asumir.

Entonces, es así como la figura de más autoridad del grupo, desplaza ese sentimiento molesto hacia alguien que no represente ningún peligro como uno de los miembros, el más vulnerable por lo empático y no, por lo débil.

Se trata de alguien resiliente, capaz de soportar toda esa carga. Lo cual no justifica para nada que se la transmitan solo porque la puede soportar y está indefenso, por el lugar de inferioridad que ocupa, sobre todo, cuando pequeño, en su hogar.

Quien proyecta su responsabilidad en un chivo emisario, busca etiquetar a otro con sus propias actitudes que lo avergüenzan y que no puede controlar porque alteran su imagen. Suelen convertir a su víctima en victimario. Y la víctima real se transforma, fácilmente, en victimario porque así lo asimila: no podría pensar a su corta edad que alguien muy querido lo está “usando”, quizá inconscientemente, para depositar los males que no sabe o no puede manejar.

Dejar de ser un saco de boxeo: ¡Stop al maltrato emocional!
Poner stop es decisión del maltratado

Los padres narcisistas, generalmente, no se proponen conscientemente dañar a ese hijo. La familia disfuncional se va armando con desventaja para ese hijo determinado. 

Si has tenido que cargar esa mochila de culpas que te endosaron porque eso les permitía seguir viviendo sin el peso de sus responsabilidades que no querían, no sabían o no podían asumir, estás hoy con poder para poner un stop al maltrato. 

Por fin ha llegado el momento de decir basta. Esta es la decisión esencial que debes tomar: arrojar para siempre ese peso que se quitó el verdadero responsable para adherírtelo como depositario de todos los males.



Otros artículos del autor

Conversación

...
...