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el amor y las drogas

el amor y las drogas

Este pequeño texto conectara lo irónico e irreal que es el amor, reflejando esto con lo que vendría siendo un éxtasis de drogas. Es una visión externa de lo que pienso que es el amor actual, y deseo dar mi punto de vista ante lo que llaman ser amado y amar a alguien mas.

💊 Drogas 22/06/2022
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A
@ashleyycortes11

El amor me destruyó y me dio tanta felicidad como cualquier tipo de droga podría hacerlo. Me dio tanta tranquilidad como un xanax me podría dar y tanta emoción como la cocaína me podría generar. Más sin embargo las emociones eran tan falsas como los cortos lapsos de la duración de las drogas. Y aunque esto suene como un texto escrito después de una ruptura de amor, tengo que decirles que no es así. Pues en realidad el amor si es falso, y es tan falso como todas sus emociones.

¿No me crees? Porque crees que tu dolor, ¿para otra persona será considerado placeres y gustos explícitos?, o porque crees que tus miedos son actividades comunes para las demás personas? Todo es tan mental en este mundo, que en cierto punto se vuelve irreal. Pues si nosotros mismos creamos de alguna u otra forma todo lo que sentimos, podríamos llegar a la conclusión de que nuestros sentimientos ya han perdido eso que llamamos ''significado''. Pues mi dolor tendrá un significado de fobias y de miedos reprimidos, mientras para otras personas mis miedos pueden significar felicidad y sueños encantados. Es por esto por lo que creo en que el amor es irreal.

No sé en qué momento romantice tanto a personas cualquieras por su forma de verme, de abrazarme o de hablarme. Ni tampoco sé en qué momento decidí odiar a otras por su manera de actuar. El tema aquí es que después de darme cuenta de lo opcional que era amar, claramente me dispuse a auto engañarme a mí misma para dejar de amar a múltiples personas por miedo a que me lastimaran. Me convencía de que estas personas eran malas para mí, y justo cuando me lastimaba indirectamente perdía el interés hacia ellas. Se volvió irónico amar en la medida en que mis propios intereses ya no eran genuinos, sino forzados. No solo por esto se volvió irónico, sino porque cuando esto sucedió, en algún punto se me salió de las manos controlar tantos sentimientos. Era tan incontrolable como lo es dejar las drogas después de haber empezado. Pero al mismo tiempo creer que podía controlar todo era tan convincente como cuando empiezas a drogarte y piensas que tú controlas las drogas, y no que es, al contrario.

Cuando algo se vuelve incontrolable, los miedos empiezan a aparecer, y es justo ahí cuando recaes en lo que llaman ''los juegos del amor''. Y es que recaí tantas veces, sabiendo que era opcional, que me siento demasiado imbécil por decidir caer en esos absurdos juegos que a veces no eran tan absurdos. Ver las estrellas junto a alguien, cantar al lado de las personas que amas. Planificar regalos cada mes, y cada año. Es recaer de la manera más absurda pero más hermosa, pues recaes rodeado de fantasías, pero cuando te estrellas te das cuenta de que en realidad esa persona no era lo que pensabas, y te das cuenta de lo finito que es amar, ya que amar es tan finito que su final llega cuando menos te lo esperas.

En un éxtasis de drogas, te sientes tan bien qué crees y quieres quedare ahí de por vida. En un éxtasis de drogas te encuentras a ti mismo y al mismo tiempo te pierdes por completo. Pero la duración es tan finita que cuando su efecto pasa, te encuentras con tu lamentable realidad. Una realidad en donde te sientes vacío, solo, y fracasado. ¿Pero y entonces porque si sabes que siempre va a terminar mal, lo repites? Esto no es tan difícil de explicar, pues realmente todos volvemos a este juego ya que ese momento de satisfacción es el contrapeso exacto como para poder repetir esta acción sin cansarte de esta misma. Porque no puedo negar que la satisfacción de sentirte amado y apreciado por alguien es indescriptible.

No puedo negar tener al frente de ti a la persona que siempre deseaste es tan satisfactorio para el ego, que se vuelve adictivo, esa persona se vuelve adictiva. Me volví adicta a sus labios, a sus ojos, a su voz, a su pelo, y a su sonrisa. Me volví adicta a despertar junto a ella todas las mañanas. Y me volví adicta a hacer el amor con una mujer tan perfecta como lo es ella. Es tan adictivo como lo son las drogas, y es tan satisfactorio como un éxtasis. Pero al mismo tiempo es tan falso como las sensaciones producidas por substancias ilícitas, y tan opcional como seguir o no consumiéndolas. Más sin embargo aquí lo que realmente importa es que son tan tentadoras como lo es probar por segunda vez aquella droga que te dejo marcado, y ese es el problema principal.

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