EL ESCRITOR TROGLODITA VERSUS EL ESCRITOR MODERNO
Por Gilberto García M
Los jóvenes de hoy en día, pilas en todo el sentido de la palabra, son afortunados por pertenecer a una generación cuyo mayor prodigio ha sido venir a este mundo untados de tecnología, de telefonía móvil, PC, tablas, ordenadores e internet.
Ha sido un salto desproporcionado que ha dado la Humanidad en esto de los avances científicos y tecnológicos. Jamás los de nuestra generación pensábamos que íbamos a tener acceso a un cúmulo de conocimientos e información en las redes que no nos alcanzaría la vida para siquiera pasar una página de esa vasta indagación.
Y lo más sorprendente es que todos los días surge un software, una aplicación o un programa que te facilita la vida, te guía, vigila tu tensión arterial, te recuerda fechas y cumpleaños y monitorea tu hogar, por lo que se hace indispensable ir a la par con los avances tecnológicos si no quieres ser un troglodita en medio de la modernidad.
Por lo que se hace indispensable ir a la par con los avances tecnológicos si no quieres ser un troglodita en medio de la modernidad.
Pero si a alguien ha favorecido considerablemente esta avalancha de progreso en la comunicación y en la distribución de la información y el conocimiento, eso ha sido a la «tropa de los escritores». Porque si a García Márquez le llevó 20 años escribir Cien años de Soledad, a los escritores jóvenes de hoy en día les llevará solo seis meses escribir también una buena novela.
Además con el advenimiento de Amazon y el monopolio que ejerce sobre el mundo editorial, al escritor novel se le facilita publicar y su obra en un instante puede estar aquí o en cualquier otro lugar del mundo lista para ser leída.
Es tal la avalancha de ofertas de libros que algunos emprendedores en esto de la tecnología se han dado a la tarea de diseñar estrategias de marketing para que el interesado sepa qué debe leer y qué no, porque el tiempo no le alcanzaría para informarse sobre las ofertas de libros.
Sin embargo, no todo es como lo pintan.
En un tiempo los grandes medios y editoriales pronosticaban la muerte del libro impreso. Hoy el ebook convive entre la mayor camaradería con la novela o el cuento impreso que es su hermano gemelo.
El escritor que escribe un ebook debe saber que para que su libro sea promocionado debe invertir en publicidad. Además nadie le garantiza que su novela se convierta en un betseller, nadie le asegura que alguien siquiera la hojeará.
Se han visto casos de escritores que han publicado cuentos y novelas en la red, pero en dos años nadie ha visitado esas páginas. Además, con el ánimo de explotar económicamente el mercado, algunas editoriales han dejado el filtro o la calidad de la obra a un lado, es decir, se concentran únicamente en que el autor asuma los riesgos y manifiestan que están frente a una gran obra cuando en verdad no es así.
En un tiempo los grandes medios y editoriales pronosticaban la muerte del libro impreso. Hoy el ebook convive entre la mayor camaradería con la novela o el cuento impreso que es su hermano gemelo.
El escritor antediluviano debe sobrevivir a estas épocas de cambio, aprovechar de la mejor manera este invento de la tecnología y verter toda su narrativa sobre el ordenador antes de que llegue el apocalipsis.
Entonces quizás su obra sea un betseller en Amazon.
En un tiempo los grandes medios y editoriales pronosticaban la muerte del libro impreso. Hoy el ebook convive entre la mayor camaradería con la novela o el cuento impreso que es su hermano gemelo.