El "Real de a ocho" Español fue el modelo para crear el dólar en Estados Unidos
Cuenta la historia que desde el actual suroeste de Estados Unidos, México, y el Caribe, hasta Centroamérica, la mayor parte de Sudamérica y la costa noroeste de Norteamérica (actual Alaska y Columbia Británica) España impuso el "Real de a ocho" como la moneda circulante durante tres siglos.
El "Real de a ocho" fue una moneda tan codiciada que su hegemonía en el comercio mundial se extendió durante más de 300 años, antecediendo a la británica libra esterlina de oro y, por supuesto, al poderoso dólar de Estados Unidos. Vale la pena destacar que el "Real de a ocho" fue el modelo que utilizaron los estadounidenses para desarrollar el poderoso dólar de hoy.
El "Real de a ocho" era fabricado en gran parte con plata americana, proveniente de las abundantes riquezas que le trajo la colonización de América, fue acuñada por el Imperio Español a mediados del siglo XVI y fue la primera moneda que se internacionalizó en la historia moderna. Incluso, cuando el imperio español entró en decadencia, siguió siendo unas de las divisas más competitivas en el mundo y su predominio se extendió hasta finales del siglo XIX.
El "Real de ocho" nace en el comercio como una divisa global
Los orígenes del "Real de a ocho" se remontan a la reforma monetaria que impusieron en 1497 los Reyes Católicos de España y que se conoce en los libros de historia como la "Pragmática de Medina del Campo", mediante la cual se estableció al "Real", una moneda de plata, como unidad de pago. La mencionada reforma se produjo con posterioridad a la llegada de los españoles a América, pero solo fue hasta mediados del siglo XVI cuando comenzó a popularizarse el "Real de a ocho", impulsado por los reinados de Carlos I y V de Alemania, y Felipe II. quienes representaron la etapa de mayor protagonismo y expansión del imperio español.
El acuñamiento de monedas de plata se incrementó con la extracción del metal en las minas del cerro Potsí en Bolivia y de las minas de México y fue alrededor de 1535 cuando se crearon en México y Santo Domingo los primeros talleres de acuñamiento de monedas conocidos como "Cecas". De esta manera el Real de los reyes católicos se multiplicó, convirtiéndose junto a la Onza, la moneda de oro, en el sistema bimetalista impulsado por la monarquía española y empieza a convertirse en la moneda de referencia de todos los demás países.
El "Real de a ocho" se popularizó cm la moneda de "mundo y mares"
En el siglo XVIII el real de a ocho se consolida como una moneda global con la llegada de la dinastía de los borbones tras la Guerra de Sucesión, un conflicto internacional que enfrentó a las potencias europeas por el control del trono español.
España se enfocó luego en sus posesiones de América y tras tomar control de la Real Casa de la Moneda de México, que había concesionado hasta entonces, ordenó modernizar sus máquinas de acuñación. El real de a ocho se produjo a partir de entonces con un nuevo diseño que era exclusivo de sus colonias americanas y lo llamaron moneda de "mundo y mares". También se conoció como la "columnaria", pues tenían impresa las columnas de Hércules y entre ellas los dos hemisferios del planeta para representar la expansión del imperio. Expertos en numismática consideran al "Real de a ocho" como una de las monedas de mayor esplendor y belleza jamás acuñadas.
La nueva versión del "Real de a ocho" tuvo particular éxito en la cuenca del Pacífico, donde el comercio funcionaba para entonces bajo un sistema monometalista basado en la plata.
El "Real de a ocho" patrón del dólar estadounidense y de otras monedas
En los años previos y posteriores a la independencia de Estados Unidos del Reino Unido, para la década de 1770, el coloso del norte comenzó a diseñar su propia moneda que basó en el modelo de la divisa imperial española, el "Real de a ocho..
Los revolucionarios estadounidenses llegaron a financiar su movimiento emitiendo papel moneda que era garantizado con el "Real de a ocho" español.
El dólar estadounidense nació como moneda en 1785, pero el "Spanish Dollar" mantuvo vigencia hasta 1857 cuando el "Coinage Act" (Ley de Acuñación) lo sacó finalmente de circulación.
El ocaso "Real de a Ocho" y el legado que dejó
Las guerras napoleónicas y la independencia de las provincias españolas en América comenzaron a marcar el fin de la moneda española, dado que al perder el control de las minas de plata explotadas en territori americano el imperio español se queda sin poder fabricar su principal producto de exportación, las monedas de plata.
Sin embargo, pese al colapso del imperio, el "Real de a ocho" continuó como una moneda competitiva hasta finales del siglo XIX. y se mantenía en China, India y Medio Oriente como su principal moneda de reserva.
Al "Real de a ocho" se debe el surgimiento del dólar estadounidense, el dólar canadiense, el tael chino, el won de Corea y las monedas de las repúblicas americanas que nacieron de la independencia de España.
A bordo de galeones españoles como también en barcos piratas, el "Real de ocho" atravesó "mundo y mares", tal como se le bautizó y se mantuvo a lo largo de tres siglos, convirtiéndose en la moneda precursora de la economía global que conocemos actualmente.
Con información de BBC Mundo