Hoy en día, los jubilados entran en la categoría de pobres, “planeros” y clase media que se tuvo que bajar de su estrato social, por políticas incompetentes, a mitad de camino.En la calle, ves a los indigentes de siempre con la vergonzosa incorporación de la clase media devenida a baja, que se ha quedado sin trabajo y sin poder pagar el alquiler. Hay "cartoneros" pululando por los distintos contenedores de basura que buscan el pan juntando lo que sirva para venderlo y luego, duermen en la calle, porque el viaje a su casa resulta largo y complejo por las distancias y los transportes escasos. Así, al otro día ya se levantan de su improvisado colchón en la acera para volver a trabajar. Duermen en la calle, donde pueden. Mal comidos, yendo a un comedor comunitario donde no abundan ni siquiera el arroz y la polenta.
Bingo! el jubilado saqueado
Esclavo de políticas discriminatorias que siempre saquearon sus fondos. Todo lo que se ve hoy en Argentina es triste pero lo más triste e injusto es el caso de los jubilados a quienes han transformado en casi indigentes si dependen solo de su jubilación mínima que no llega hoy a los 100 dólares , después de trabajar una vida, levantándose al alba y volviendo a la casa de noche y , solo para dormir y levantarse al otro dia para seguir trabajando.
Los "planeros" (subsidiados desde hace más de 22 años empezando por el gobierno de Duhalde, luego de Cristina y de Macri) gozan de altos beneficios. Ninguno de los presidentes fue capaz de acompañar con políticas de empleo porque el pobrismo es el negocio de los dirigentes sociales y de los gobiernos demagógicos que suman votos en los pobres sin educación y desesperados por un mendrugo.
Es inentendible la comparacion entre un subsidiado que incumple todas las leyes frente a un jubilado que es el último orejón del tarro en el otorgamiento de bonos, extras o aumentos para paliar la situación terrible que vive hoy Argentina. Lo más perverso es que, en cambio, un subsidiado que nunca trabajó, gana más que ellos si suman varios planes, más una tarjeta alimentar mensual que les permite comer, y otros beneficios. Y todo se saca del fondo, del esfuerzo de los jubilados. No es un hecho menor pero nadie reacciona en defensa del trabajador jubilado. Tampoco el periodismo lo hace, seriamente.
Una mentira y un robo perversos
Mientras que al jubilado se le dice que no hay posibilidad de aumentos de "su plata", al mismo tiempo se crean tablas de reconversión para bajarles el magro salario. Con indignación, vi el otro día un noticia en Internet que decía “nuevo beneficio para los jubilados”. Escéptica, leí la noticia ya que son los grandes olvidados desde siempre. Hablaban en brillantes letras, sobre que ahora tendrían derecho a la tarjeta de alimentos ya que la inflación es tan alta, pero debían haber cumplido 85 años para cobrarla. Burla, desprecio, discriminación por edad. O acaso ¿antes de los 85 (que muchos no llegan por esta vida desgraciada que les hacen llevar) no comen los jubilados?
Los juicios por reparación de jubilación tardan años, jugando quizá con el paso del tiempo y la muerte del demandante. Finalmente, después de tanto tiempo de penurias, se habla de darle un bono para alimentos a todos, no se sabe si fijo u ocasional. Y si se concreta porque cuando se trata de jubilados, la operatoria administrativa parece eterna.
Cuesta oírlo pero muchos dirigentes señalan al jubilado como un gasto, que no debería existir. “El problema es que la gente vive mucho”- dijo la ex integrante del FMI, Cristine Lagarde, sin ponerse colorada y sin reparar en sus arrugas que no son las de una adolescente.
La biblia junto al calefón
No hay nada para el jubilado aportante y dueño de todos esos fondos que se reparten a diestra y siniestra para desocupados que nunca trabajaron, madres de familia sin marido, llenas de hijos de diversos padres, amas de casa que cobran la misma jubilación que la gente que aportó 30 años. Una injusticIa: supongamos que El ama de casa crió a sus hijos y no pudo trabajar, se deberia darle un subsidio pero mucho menor del que recibe quien aportó 40 años. Darle los mismos 100 dólares de quien contribuyó a los fondos, es una burla.
Hace décadas que el Estado negocia distintas operaciones que nada tienen que ver con los aportes jubilatorios en el ANSES. La plata del ANSES debería ser intocable y la dilapidan en cualquier cosa menos en sus dueños.
ANSES es la Administración Nacional de la Seguridad Social, organismo descentralizado creado en el año 1991, que tiene a su cargo la administración de las prestaciones y los servicios nacionales de la Seguridad Social en la República Argentina.
Definición de manual pero en la práctica, los trabajadores desocupados y los jubilados que aportaron hasta más de 40 años, y armaron ese sólido fondo que es propiedad de los jubilados y pensionados, su propiedad, no pueden disfrutar ahora de su esfuerzo y sacrifico. Cobran apenas un bono-ayuda porque ya no puede decirse que es una jubilación ni digna ni no digna. No es una jubilación . Hoy en día, la mayoria cobra la “jubilación” mínima que al dólar al precio desbocado de hoy, no alcanza a los USS 100.
Este artículo tiene 2da parte.