El SEO y SEM el son dos básicos imprescindibles en las estrategias de marketing online, pero también son dos siglas que llevan a confusión: ¿cuál es mejor para una marca y cómo puedo usarlos para que se potencien entre sí?
. ¿Qué es el SEO?
SEO son las siglas de Search Engine Optimización (optimización para motores de búsqueda). Según la Wikipedia, se puede definir como "el proceso de mejorar la visibilidad de un sitio web en los resultados orgánicos de diferentes buscadores". En muchos países, las estrategias de SEO se centran en Google, ya que es el buscador utilizado por la inmensa mayoría de los usuarios.
¿Qué es el SEM?
En el otro lado de la moneda, SEM son las siglas de Search Engine Marketing (marketing en motores de búsqueda). De manera global, podríamos considerar que el SEM engloba todas las técnicas empleadas para mejorar el posicionamiento de una web (incluyendo el SEO). Sin embargo, la mayoría se los marketees usan SEM como sinónimo de "publicidad en buscadores". Para evitar confusiones, haremos lo mismo en este artículo.
Diferencias entre ambas
Como hemos visto, tanto el SEO como el SEM buscan mejorar el posicionamiento de un sitio web en los motores de búsqueda, como Google. Pero hay varias diferencias entre ellos:
- El posicionamiento SEO requiere más tiempo, ya que necesita de diversos factores que variarán según estado actual de la web, sector, nicho, competencia y enlaces del dominio.
Costo: el tráfico que se obtiene mediante el SEO es gratuito, sin embargo, requiere trabajo de expertos para hacerlo correctamente. Siendo así, esta estrategia tendrá un coste regular. Por otro lado, requiere más tiempo invertido y los resultados no son inmediatos pero sí más duraderos.
ROI: este es el indicador base de cualquier estrategia de marketing digital. Indica las ganancias obtenidas de las campañas en función del volumen invertido. El ROI del SEO a largo plazo será mayor que el ROI del SEM a largo plazo.
Fuentes de tráfico: una estrategia SEO puede traer tráfico de 3 fuentes distintas:
- La más evidente es el tipo de inversión que requieren. Existe el estereotipo de que el SEO es gratis, pero esto no es exactamente así: conseguir una página web capaz de ocupar los primeros puestos en los resultados de búsqueda requiere tiempo, esfuerzo y, en última instancia, presupuesto. Pero a excepción de algunos gastos de mantenimiento, se trata sobre todo de una inversión inicial que da resultados en el futuro. En cambio, si utilizas SEM, tendrás que seguir pagando por cada clic en tus anuncios.
- El lugar que ocupará tu sitio web en las páginas de resultados también es diferente. Los anuncios de Google Ads ocupan una banda en la parte superior y una columna a la derecha de la página, mientras que los resultados orgánicos de búsqueda copan el espacio central.
- El tipo de contenido con el que trabajamos es diferente entre ambas estrategias. El SEO se basa en crear contenidos de calidad, generalmente en formatos más largos, mientras que en el SEM cuentas con anuncios con un número muy reducido de caracteres y landing pages diseñadas para conseguir el máximo impacto con los mínimos elementos.
- Por último, la temporalidad también es distinta: con el SEM se busca conseguir resultados a corto/medio plazo, mientras que el SEO es una apuesta a medio/largo plazo.
¿Cómo combinar SEO y SEM en una estrategia de marketing?
Si los combinas con inteligencia, podrás aprovechar su potencial mutuo para conseguir mejores resultados en ambas estrategias.
En, Cyberclickpor ejemplo, para combinar SEM y SEO se puede resumir de una manera muy sencilla: el SEM primero, el SEO después:
- El primer paso es realizar un estudio previo de las palabras clave más buscadas y que reciben más clics por sector, producto o servicio. Para ello, empleamos herramientas como Ubersuggest, Google Keyword Planner, o SEMRush, especialmente diseñadas para SEM. Lo idea es encontrar palabras que tengan una alta demanda (muchos usuarios las están buscando), pero en las que la "oferta" de páginas web posicionadas sea todavía relativamente baja.
- Utilizando los insights que hemos conseguido en el apartado anterior, ponemos en marcha nuestras campañas de SEM para ir atrayendo visitas. De esta manera, puedes conseguir resultados tangibles desde el primer momento, sin la larga espera que requieren las estrategias de posicionamiento orgánico.
Pero por supuesto, todo este trabajo que hemos hecho es reaprovechable para SEO. Ya sabemos cuáles son las palabras clave que más nos interesan y cuántos usuarios las buscan. El siguiente paso es usar esta información para planificar la estrategia de contenidos, trabajando en una web, blog y redes sociales en torno a estas keywords. No se trata de incluirlas en los textos sin ton ni son, sino de tratar de entender qué es lo que buscan los usuarios y cómo podemos responder a sus necesidades con contenidos de calidad, todo ello al mismo tiempo que reforzamos la estrategia de linkbuilding. Y así, a medio y largo plazo, podremos ver los frutos de nuestro esfuerzo en el posicionamiento orgánico en Google.