La incertidumbre económica provocada por la Guerra entre Rusia y Ucrania obligó a los inversores a pensar en nuevas estrategias para conservar su capital en medio de la caída de las bolsas en el mundo.
Los grandes inversores están de acuerdo que, si comienza una guerra muy importante, el valor del dinero se reducirá notablemente.
En la Segunda Guerra Mundial se devaluaron las principales monedas, pero el Mercado de Valores avanzó. Las empresas, en general, fueron creciendo.
La compra de activos es el camino correcto en tiempos de conflicto.