Ese enemigo silencioso, el trauma
Por Adriana Giannini
Revivir un trauma es, en el fondo, buscar reparación y justicia
Hablar de trauma, nos lleva a las películas de guerra, a esos soldados cabizbajos o irascibles, que pasaron por situaciones límite como ver morir a compañeros o sentirse obligados a matar.
Pero el trauma no solo esta asociado a la guerra. Las personas que vivieron el ataque a las torres gemelas, se “toparon” de vacaciones con un tsunami o sufrieron un abuso sexual, se enfrentaron a hechos de tal magnitud jamás prevista y en total indefensión, ya que vivieron en primera persona el riesgo de perder su integridad física.
Qué es un trauma: Según la Asociación Americana de Psicología (APA), el trauma es una respuesta emocional y física a un evento aterrador como un accidente, una violación o una catástrofe natural.
Afortunadamente, no todos los que experimentan un evento estresante desarrollan un trauma. Algunas personas tienen síntomas que se resuelven después de unas pocas semanas de ocurrido el hecho, mientras que otras tendrán efectos a largo plazo. Todo depende de muchos factores, empezando por la personalidad de quien sufre el trauma, y el apoyo familiar y social que haya tenido o no, en ese momento.
Qué es revivir un trauma: Quien vuelve a vivir un trauma es invadido por pensamientos, sentimientos, sensaciones o recuerdos involuntarios, de forma muy perturbadora. Lo peor es que, además del recuerdo doloroso, le ronda la culpa.
Re-experimentar crisis de angustia y de llanto repentino o somatizar el quiebre emocional en muchas dolencias (jaquecas, gastritis, picazones, vómitos, insomnio, pesadillas) son algunas señales de que se podría estar reviviendo un trauma.
Muchas veces, quien revive el trauma, sueña con ello y en sus pesadillas cree que todo vuelve a suceder. Cuando esas vivencias exceden al período de sueño y se re-experimentan durante el día, se habla de flashbacks.
Los flashbacks pueden ser aterradores porque se trata de situaciones que se viven como reales ya que se vuelve a pasar por la situación traumática, una y otra vez, con el mismo estado emocional de entonces. Quien lo sufre se desenfoca del presente y llega a una intensidad emocional extrema como si el tiempo no hubiese pasado, y no hubiera podido escapar de ese angustiante evento, sano y salvo.
Ese olor, imagen o recuerdo…
Suele ocurrir que lo sensorial dispara el recuerdo traumático e invade al individuo de emociones negativas relacionadas con el evento. Si en el caso de una violación, había un perro que ladraba mucho, un ladrido hoy, puede desencadenar un flashback, o quizá si en ese sombrío ambiente en espera de un bombardeo, había olor a naranjas, esos mismos olores llevan, en ocasiones, a la situación original.
De más está decir que quien sufre estas vivencias, tendrá cada vez mayores niveles de estrés si la experiencia pos-trauma se vuelve crónica.
A personas altamente sensibles, no hace falta que les ocurra un hecho catastrófico. Pueden reaccionar traumáticamente a cualquier entorno que consideren amenazante. O, incluso, traumatizarse solo ante la vivencia inesperada de alguien cercano.
Stop al TEPT (Trastorno Por Estrés Postraumático)
¿Cuándo el trauma se convierte en estrés postraumático?: Si han pasado más de seis meses del evento y la persona sigue reviviendo lo que pasó sin poder frenar sus pensamientos y emociones, se trata de TEPT.
Mientras se acude al profesional experto en este trastorno, se sugieren algunas acciones efectivas para aliviar este tipo de estrés que resulta agotador.
8 Acciones sugeridas frente al TEPT
No hay por qué sufrir un trauma en soledad. Cuéntalo, si te hace sentir mejor, a alguien empático que escuche sin juzgarte.
Ten presente que la culpa nunca ha sido tuya, en cualquier caso. Si no pudiste frenarlo es porque no se podía o no contabas con los recursos que hoy tienes.
Si el recuerdo del trauma interfiere en tu vida cotidiana y persiste de forma crónica en el tiempo, acompañado de flashbacks o reviviscencias (acción y efecto de revivir) del evento, respira profundo y practica relajación con frecuencia.
Auto-cuídate, no te aísles. No le des rienda suelta a la evocación del trauma.
Si bien olvidarse no es algo voluntario, puedes aliviarlo con acciones concretas que te hagan sentir bien, como dar un paseo, hacer ejercicio, encontrarte con tu mejor amigo.
En fin, cosas que te hagan bien que solo tú conoces y que te alejen de recuerdos torturantes.
Recuerda ya no eres la misma/o que soportó el hecho traumático. Hoy tienes más recursos por el solo hecho de haberlo atravesado.
Y primero y esencial, acude a un buen especialista en el tema. No hay por qué seguir castigándose y sufriendo el drama en silencio.
10 Indicios de trauma
Negación
Vergüenza
Culpa
Ansiedad
Desconexión afectiva o embotamiento emocional
Depresión
Ira y descontrol
Desconcentración
Aislamiento
No disfrutar la diversión ni el contacto social.
10 Disparadores de traumas
- Abuso físico, psicológico o sexual
- Agresión sexual
- Accidentes en medios de transporte
- Enfermedades en las que peligra la propia vida (Cáncer, Covid)
- Ser atacado para robar
- Muerte de un ser querido
- Sufrir un secuestro
- Ser afectado por un acto de terrorismo
- Ser sorprendido por un tsunami o terremoto
- Vivir una guerra