Más de treinta agentes de policía están involucrados en un plan especial de vigilancia en las áreas de entretenimiento nocturno de Gijón, que se implementó después del trágico incidente que cobró la vida de José Antonio Justel. Este operativo tiene un doble propósito: uno enfocado en la prevención de incidentes relacionados con la seguridad ciudadana y otro centrado en la supervisión administrativa de los establecimientos.
Gijón: Vigilancia intensa de la policía en las zonas de fiesta
Tras la muerte de José Antonio Justel, la policía reforzó su presencia en las noches gijonesas
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El equipo de más de treinta agentes de policía incluye al Grupo de Atención al Ciudadano, unidades de patrullaje, agentes de paisano, Unidades de Intervención Policial (UIP), equipos con perros adiestrados, personal de Extranjería y Seguridad Privada. Además, se cuenta con la colaboración de autoridades responsables de gestionar las sanciones por cuestiones de licencias de los locales nocturnos. Se destaca la estrecha colaboración entre todas estas entidades policiales involucradas en el dispositivo de vigilancia.
El despliegue policial abarcó inspecciones en dos pubs, este pasado fin de semana. El primero de ellos está ubicado en la calle Trinidad, en un establecimiento subterráneo al que se accede descendiendo una serie de escalones. Agentes de civil aguardaban cerca, en las proximidades del antiguo Banco Urquijo, esperando la llegada de la Unidad de Intervención Policial (UIP).
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Esta unidad de policía llegó al lugar y estacionó sus furgonetas. Al descender de los vehículos, varios agentes, protegidos con cascos antidisturbios y sus porras guardadas, se apresuraron hacia la entrada. A pesar de que parecía haber un número considerable de agentes, en el interior del pub se encontraban más de 40 clientes, y no todos reaccionaron de manera positiva ante la presencia policial, según contó uno de los presentes a este medio.
Dos perros entrenados en la detección de drogas ingresaron tras la Unidad de Intervención Policial (UIP). Al adentrarse en la pista de baile, estos canes empezaron a ladrar en múltiples direcciones y a saltar sobre los pantalones de algunos clientes. Los agentes de policía procedieron a separar a los presentes por género para realizar cacheos. Mientras tanto, los policías de paisano se movían de un extremo a otro del espacioso local, llevando a cabo una exhaustiva inspección que incluyó los baños.
El pub fue clausurado al público en una avanzada hora de la madrugada, donde algunos clientes ya mostraban signos del efecto del alcohol y las drogas. A partir de ese momento, nadie tenía permiso para ingresar o salir de la discoteca sin una autorización expresa de los agentes de policía. Sin embargo, no todos reaccionaron favorablemente a esta medida.
El operativo de la policía en Gijón se extendió por aproximadamente una hora y media, ingresando al local con las luces navideñas encendidas y saliendo con estas apagadas
Los agentes de policía elogiaron la cooperación "muy positiva" de la mayoría de los clientes. Durante la intervención, se levantaron actas por posesión de drogas, principalmente cocaína y hachís, destacando la presencia de una cantidad considerable de estas sustancias esparcidas por el suelo. Los incidentes de tráfico ilegal, pequeños robos y peleas de menor envergadura, algo frecuente durante la noche.
La policía argumentó que Gijón es una ciudad segura, aunque admitieron que, como en cualquier otro lugar, ocurren incidentes. Este mismo procedimiento se llevó a cabo en Gaspar García Laviana y se mantendrá en las próximas noches de los fines de semana con el propósito de contener a individuos violentos y continuar preservando el estatus de la ciudad como una de las más seguras del país, informó La Nueva España.
Un operativo que se prolongó hasta el alba, abarcando patrullajes de la policía en las áreas más activas durante la noche, controles de tráfico y dos operaciones de registro en pubs, uno ubicado en la calle Trinidad y otro en Gaspar García Laviana. El resultado final del pasado fin de semana se tradujo en la emisión de 13 actas por posesión de drogas, la confiscación de dos navajas, una sanción por resistirse a la autoridad y la retirada de cinco billetes falsos de 20 euros