¿Alguna vez has sentido que Dios no te escucha?
Tranquila, yo también lo sentí, pero descubrí que solo era mi sentir, porque Dios si me escucha y aquí te cuento algunas cosas que debes descubrir.
JÓVEN VIRTUOSA ¿QUIÉN LA HALLARÁ? Es un libro que nació en el corazón de una joven como tú, que un día estaba sin rumbo y sin esperanza, sin conocimiento y sin información; pero un día Dios tocó su corazón y lo llenó de deseo por su palabra y búsqueda de él.
Esa hambre y esa sed de Dios la comencé a escribir y he aquí mi primer libro.
CUALIDADES DE UNA JOVEN VIRTUOSA.
Es Fiel:
La fidelidad a Dios es la que nos distingue del resto de las jóvenes que no lo conocen , nuestro principal amor y a quien le debemos fidelidad y lealtad es a nuestro padre celestial, pues él nos ha librado de tantas situaciones y de circunstancias que lo menos que podemos hacer y rendirle fidelidad y amor porque se la merece.
También debemos fidelidad a nuestros padres, y esto quiere decir que aún cuando cometemos algún error, debemos tener la confianza y fidelidad de ir donde nuestros padres y buscar su consejo y amor, nuestros padres son esos escudos que Dios ha puesto en nuestra vida para ayudarnos y guiarnos en todo lo que necesitemos pero ellos también necesitan que seamos fieles con ellos.
No hay nada más hermoso que serle fiel a tus padres que ellos tengan la confianza de dejarte ir sola a algún lugar porque saben que guardarás buen comportamiento, que si cometes algún error tendrás la confianza de ir a ellos primeramente.
Muchas veces pasamos situaciones en la vida, en donde necesitamos el consejo de nuestros padres, pero lo que hacemos es ir a donde otra persona que creemos que reacciona de forma diferente a nuestros padres, sin embargo la experiencia a mi me dice que no habrá nadie después de Dios obviamente que te ame mas que tu madre y tu padre, así que sé fiel con ellos, y te irá bien en la vida.
Efesios 6:2-4 dice, Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.
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