Corría el año de 1918, la Gran Guerra, también llamada la Primera Guerra Mundial, había finalizado. Sin embargo, otra gran guerra estaba a punto de desatarse sobre toda la humanidad, una guerra producida esta vez por un enemigo invisible y mortal que nadie supo de donde vino y cómo llegó. Un enemigo despiadado y terrible que no necesitaba ningún tipo de armamento bélico para atacar y destruir a todo el que se atravesara en su camino. Su nombre: la gripe española, una de las pandemias más destructivas que haya conocido el mundo entero.
Algunas similitudes se han encontrado entre la gripe española o influenza y la que hoy nos afecta llamada Covid-19 o Corona virus. Tal como ya se mencionó, no se sabe a ciencia cierta de dónde provino o cómo se generó la gripe española. Se creé que fueron efectos de la gran mortandad producida por la Primera Guerra Mundial, entre soldados y civiles, cuyos cuerpos echados sobre campos de batalla y ciudades en ruinas enrarecieron el aire de todo el globo terráqueo. En el caso del Covid-19 se dice que se originó de una comida contaminada que salió de un mercado de la ciudad de Wuhan en China, mientras que los más temerarios alegan que se trata de una cepa bacteriológica creada en un laboratorio militar.
La gripe española hizo que se cerraran bancos, teatros, lugares de esparcimiento y recreación. Se inició una cuarentena a nivel mundial donde se cerraron fronteras tanto terrestres, aéreas como marítimas. Se dio uso a la llamada mascarilla o al mal llamado “tapabocas” pues se ha sabido de personas que se cubren solo la boca dejando al descubierto el principal órgano que es la nariz. Se fomentó el distanciamiento social y las muertes por contagio se produjeron como por arte de magia. Se dice que algunos que recogían a los muertos tirados en las calles, eran posteriormente enterrados junto con estos, pues corrían casi de inmediato la misma suerte. La gripe española no tomaba en cuenta edades ni estratos sociales y las clínicas y los hospitales yacían abarrotados de infectados. La gripe española no solo atacó a la gente común, también algunas celebridades de la época se vieron afectadas, como el el Rey Alfonso XIII de España y el líder hindú Mahatma Ghandi. Algún parecido con el Covid-19 en todos estos particulares no es pura coincidencia.
Un detalle digno de mención es que la gripe española atacaba no solo a mayores saludables sino también a jóvenes y niños. El Covid-19 tampoco perdona a nadie, pero en este caso se ensañó más que todo con las personas de mayor edad. Causa de la muerte en la mayoría de los contagiados tanto por gripe española como por Covid-19: neumonía y dificultad para respirar.
Se tiene conocimiento de que la gripe española duró casi un año dejando un aproximado de entre 21 y 50 millones de personas muertas, y no hubo pastilla ni vacuna que le pusiera fin a su derrotero de muerte. Es probable que, con el paso del tiempo, el virus haya comenzado a degenerar haciéndose inocuo para sencillamente…desaparecer.
En este último aspecto no sabemos si llegue a darse la misma similitud con el Covid-19, es decir que, así como vino, se vaya también. Tampoco sabemos cuál será el número de bajas que deje, en definitiva. Solo el señor Cronos nos dará la respuesta cuando algún día logremos ver la luz al final del túnel pues ya han transcurrido casi dos años y aún muchos continúan sintiendo los terribles efectos de este virus. De hecho, continúa mutando para empeorar el asunto. En cuanto a una vacuna que sea 100% efectiva y confiable que nos de la garantía de hacernos inmunes por completo a esta pandemia, está por verse.
A final de cuentas; y siendo optimistas, estamos seguros de que en su debido momento este virus también desaparecerá tal como sucedió con la gripe española, ya sea por cuenta propia o por la aparición de la vacuna milagrosa que todos estamos esperando. Sin embargo, El Instituto Nacional de Investigación Médica de Londres, afirmó hace unos cuantos años atrás en un informe refiriéndose a la gripe española que, en algunos aspectos, nos encontrábamos en las mismas condiciones que en 1918. Esto debido al elevado flujo internacional de personas debido al desarrollo de los medios de transporte, a los consabidos problemas de desnutrición y a la falta de higiene en zonas de guerra, aunado también a los casi 7.700 millones de habitantes que tiene este planeta y que viven en zonas urbanas donde los servicios de eliminación de residuos están en franco deterioro. Esto y muchas eventualidades más podrían hacer que se repitiera lo de 1918.
Pues ya se repitió.
Siendo así, ahora solo queda que todos nos preguntemos, una vez que desaparezca definitivamente el Corona virus: ¿ cuándo y dónde estallará, no la tercera guerra mundial, sino la próxima gran pandemia mortal?