La decisión que tomó Jesica Cirio tras el escándalo de robo y estafa de Piccirillo

Luego de la detención del inversor Elías Piccirillo a media tarde en Nordelta por alegaciones de fraudes y la fabricación de un caso en contra de un acreedor, la presentadora Jesica Cirio pidió su separación definitiva.

Como resultado, se informó que la presentadora está “desolada” y habría iniciado el proceso de divorcio en los tribunales de San Isidro, con el trámite tomando impulso en los días recientes.

Más tarde, el abogado de la modelo indicó que Cirio optó por proseguir con el proceso legal para finalizar el matrimonio que habían formalizado en mayo del año anterior. Cuando las noticias sobre la captura de Piccirillo comenzaron a surgir, la modelo eligió borrar todas las imágenes y videos que compartió con su ex pareja en Instagram.

No obstante, la primera separación de la pareja se dio hace menos de un mes y tras la implicación de Piccirillo en el fraude piramidal, Cirio tomó la decisión de viajar a Uruguay para evitar estar presente durante el registro que realizaron las autoridades en su hogar en Nordelta.

Piccirillo, ex pareja de Jésica Cirio, fue arrestado este jueves en relación a un caso de fraude y la elaboración de pruebas falsas. En la fotografía que se divulgó tras su arresto, aparece de espaldas, con las manos esposadas y la mirada hacia abajo, acompañado por dos oficiales de la Prefectura Naval Argentina (PNA).

Uno de los agentes lleva un uniforme beige con chaleco antibalas y un gorro con la insignia de Prefectura, mientras que el otro utiliza un chaleco táctico negro y un gorro con la identificación de la fuerza. Ambos tienen sus rostros pixelados en la imagen.

La captura sucedió en su residencia en un lujoso barrio de Nordelta, después de un operativo que abarcó 16 registros en el AMBA y la detención de siete policías acusados de estar involucrados en la red delictiva.

La causa es supervisada por el Juzgado Federal N° 11, dirigido por Sebastián Ramos y Carolina Lores Arnaiz, quienes investigan la supuesta maniobra para incriminar a un acreedor con un arma y droga sembradas en su vehículo.