Según las escrituras la FE es creer sin haber visto, confianza es creer que va a suceder sin ninguna certeza. Ante la barbarie que estamos viendo en diferentes latitudes de nuestro pequeño globo terráqueo, vaya que tenemos que tener mucha fe para resistir, ver, vivir, convivir y hasta palpar con tantas circunstancias que nos vuelven vulnerable en un momento. Una barbarie que perfectamente podemos llamar el MAL, y el mal si existe y se manifiesta de muchas formas, formas, que a decir verdad ni nos imaginamos como se puede presentar, por medio de personas bellas, personas con voces muy dulces, con un don de la palabra cautivadora, encantadores de serpientes, con características que a veces decimos, por qué esa persona es así, simplemente son personas aprovechadoras, malintencionadas, de sangre fría, con niveles de maldad potentes y, sin embargo, sus palabras cargadas de abominaciones entran en la psiquis del individuo y este se deja cautivar por el ente maligno que solo busca sumar discípulos a su ejército de perdición.
Para el mal solo basta una pequeña rendija por donde se pueda colar, para hacerte dudar de tus principios, tu ética, tu honradez, tu fe, ante lo que más amas y confías. Para el mal todo tiene su ventaja, su posición alentadora que te permite ver el momento de aprovecharte de la buena voluntad del prójimo o simplemente para hacer sufrir a quien te tiende la mano, por el simple hecho de verte, caer y agonizar y sacar tus miserias aflote. El MAL es muy paciente, espera el momento perfecto, no arriesga nada, solamente espera ese momento para aniquilar tú yo interno, volverte miserable y hacerte perder la razón. Estas estrategias que posee el mal son muy eficaces donde no hay cavidad para creencias débiles, dudas internas, creencias subjetivas y entes de cualquier religión o raza.
Según las escrituras, Dios desterró a satanás y lo mando al inframundo, pero lo que no sabemos, si es que, en ese proceso, el mal supo recrear el infierno en la tierra. En el caso de América Latina, el fervor en la religión católica va más allá de simples oraciones, es un estilo de vida que nos nutre a diario y que nos invita a estar en un trance divino, bajo un contacto directo entre nuestro yo con nuestro ser supremo que es Jesucristo y su madre la virgen María. La Fe nos permite creer en algo o alguien que nunca hemos visto, pero he allí la verdadera fe, inculcada de generación en generación por nuestra cultura religiosa, sociedad y tradición sobre todo familiar, ya que es desde el hogar es donde se plantean estas creencias y se manifiesta como una guía para nuestra estabilidad emocional, funcional y cultural, un componente estructural que nos permitirá impulsarnos como sociedad, para que cada meta que nos propongamos en nuestro paso por esta dimensión, seamos buenos y podamos pasar a un plano mejor donde el sufrimiento no esté contado en el destino final que todas las almas anhelan cuando abandonen este plano. Según, nadie ha venido a contarnos como es la vida más allá de la muerte, pero sí somos fieles creyentes de las doctrinas que nos inculcaron, tenemos la esperanza de ganarnos lo que por ley divina nos corresponde, LA SALVACIÓN.
El juicio final que tanto se menciona es nomás que la batalla entre el bien y el mal, una lucha titánica donde ambos lados se cobran cuentas y se hacen las reparticiones correspondientes de quienes van al cielo o al infierno. Este juicio está cerca o eso pensamos, y si ¿Se dará cuándo? Nadie lo sabe, o son simples reflexiones expuestas en un papel a través de los siglos para dar a entender que se hará una repartición equitativa de las almas que hicieron el bien o el mal en este plano. Acaso podemos pensar o entender que ese ya están en marcha, con los conflictos bélicos donde están quedando expuestos un sinfín de luciferes que a mi juicio están acelerando una escenografía al mejor estilo del mal, escenografías dondela razón salió a dar un paseo dándole paso a la perversión y al sadismo de jugar con vidas inocentes, privándoles de una vida, privándoles del desarrollo como especie, de dejar huellas científicas, intelectuales y culturales que enriquezcan nuestros habitat o es acaso un juego del destino donde todo estaba escrito y que así debería suceder por razones divinas o espirituales.
Los conflictos que hoy estamos señalando nos permite reflexionar, tratar de entender que, en momentos criticos, buscamos de alguna manera enlazarnos con lo divino y pedir, rogar y abrir nuestro corazón para alcanzar la esperanza de que todo se va encarrilar, donde los entendimientos se van abrir y que los conflictos van a terminar. Para muchos casos la fé es muy poderosa, la fe abre caminos, donde no los hay, para muchos la fé es ciega y a lo mejor es una forma de llevar la vida de forma continua, sin preocupaciones, solo pensando que así es y así será. Para otros la fé mas objetiva, va sujeta y condiciona a otras. En casos particulares la fe y la esperanza va determinada a realidades. Cuanto creo y cuanto deseo que eso ocurra, pero no se materializa esa fe o esa esperanza. En otras circunstancias predomina mas la realidad, los pies bien puestos sobre la tierra, como el caso de los médicos, ya que ellos van mas de la mano con la parte científica y en raros casos con lo divino. La oración es muy fuerte, la oració te llena y te calma ante las dificultades, mas no te las quita de tu vida. La oración no son simples palabras, son mensajes que reconfortar en momentos dificiles y se agradecen en momentos felices y así no tengas momentos felices tambien se agradecen por estar allí, en el hoy y en el ahora.
Bajo mi óptica, la fe es muy individual, cada quien la interpreta a su modo de ver y emplearla como mejor le parezca, sin tratar de convencer a nadie que eso es asi o debería ser de otra forma, cada quien interpreta sus emociones, sentimientos, devoción, ahnelos y esperanzas como mejor les plazca. La fe va de la mano de las creencias de cada cultura o civilización, pero de algo si estoy seguro, que la fe ante algo o alguien, cambia al individuo, lo modifica, lo reprograma, lo impulsa y lo pone en marcha a enfrentar batallas internas que solo él sabe como afrontarlas y cambiarlas. La parte científica tiene un rol fundamental, pero la parte espiritual ayuda a complementar a la otra parte, solo así serán dadas las respuestas que buscamos en estas doctrinas aprendidas por si solas o inculcadas.