Cuando Rusia empezó la guerra con Ucrania, muchas conciencias se despertaron en occidente y poco a apoco en el resto del mundo. Era una invasión, pero los rusos se negaron a admitirlo hablando de operación militar. Para ellos era necesario para librar a los ucranianos de los nazis y otros elementos contrarios a su moral rusa; es decir, propaganda del Kremlin e incluso de algunos dirigentes de la iglesia ortodoxa rusa que tachan a los occidentales europeos de lo peor y deben ser aniquilados. Pero luego poco a poco empezaron las reacciones en el país eslavo. Pudiera ser que las noticias de las redes sociales les abrieran los ojos a muchos, antes de que fueran vetadas por el Kremlin naturalmente, o bien la información que les llegaba de sus propias familias fue lo que les despertó la conciencia. Pasaron a manifestarse en las calles y ser arrestados. Lo hemos visto todos. Pero el hecho de que una editora de la televisión rusa del canal Chanel One irrumpiera en la emisión portando una pancarta con el no a la guerra de Ucrania diciendo que les estaban engañando, demuestra hasta que punto la gente de Rusia empieza a despertar. Y eso a pesar de las amenazas y sanciones del Kremlin. Cuando un pueblo quiere ser libre no hay quien lo someta y la opinión pública es un marimacho que nadie viola. La periodista Marina Ovsyannikova fue detenida por desacreditar a las Fuerzas Armadas rusas; es decir por decir la verdad. Así de simple. La gente no quiere ver la verdad, es más cómoda la mentira. Y el miedo a la detención y rechazo de otros que piensan como ellos les puede más. Pero la mentira tiene las patas muy cortas y cuando se descubre cubre de oprobio al que miente. Una reflexión más, que piense la gente que los gobernantes tanto de uno como del otro lado de este conflicto no van a la guerra, sino que están en la retaguardia mientras sus soldados mueren. Y la población civil indefensa cae. Esos mismos soldados que tienen también familia y que aquellos que llaman enemigos son seres humanos como ellos y hermanos de raza.
La editora dijo que estaba arrepentida de los que había permitido con las mentiras en silencio ante este régimen inhumano y que el mundo se había alejado de ellos y ni diez generaciones de sus descendientes podrían lavar esta guerra fratricida.