LA TERCERA EDAD LLEGÓ A LA “N” ROJA.
Los adultos mayores también tienen derecho de mirar películas y series cómo los jóvenes, y no se piensan quedar atrás.
Abrí la puerta y el olor a pochoclos no tardó ni un segundo en llegarme a la cara. Era como un laberinto triste y oscuro. Caminá hasta el fondo y eventualmente te vas a chocar con la habitación, me dijeron. Yo les hice caso. Si caminabas con los ojos cerrados, parecía que estabas ingresando a un cine en plena vacaciones de invierno. Pero no, acá no había gritos ni niños corriendo, había silencio y arrugas. Muchas arrugas.
Ese pasillo tenía algunas puertas que llevaban a distintas habitaciones. Todas vacías y en silencio. Algunas tenían rejas en las ventanas, y otras tenían cortinas de colores para tapar un poco la tristeza y la soledad que allí habitaba.
Eventualmente, cómo me dijeron, llegué a la famosa salita del cine (así la llamaban). Me encontré con aproximadamente seis adultos mayores, todos sentados frente a un proyector enorme que tapaba toda la pared principal de la habitación. Se los veía a todos muy entusiasmados, algunos tenían cuadernos y otros solo estaban sentados expectantes por la nueva clase.
Todos saludaron, algunos más cálidos que otros, pero todos fueron amables. Mientras seguían esperando, se me acercaron Lupita y Juan carlos a hablarme.
Ella, Lupita, no quiso contarme su edad ni su verdadero nombre, dice que los apodos deberían ser los nombres que figuren en nuestro DNI. Era su clase favorita, le entusiasmaba aprender sobre “las cosas tecnológicas nuevas” comentó. Había aprendido a usar un poco el celular, algunas redes sociales y ahora tocaba saber sobre películas.
Juan Carlos, un hombre altísimo, me contó con una sonrisa de oreja a oreja que había encontrado a su mejor amigo de la infancia gracias a facebook. Esperaba a los lunes con mucha ansiedad para aprender, aunque no entendía mucho, dice que el profesor era mejor explicando que su nieto Benjamín de once años. No le tenía mucha paciencia.
Aprendieron a programar la alarma de sus celulares, a usar facebook, discutieron sobre la plataforma de youtube y el trabajo de los youtubers. Pero hoy tocaba algo diferente, iban a aprender sobre Netflix. Hoy en día, después de cien años de historia del cine, las películas llegaron a las pantallas de nuestras casas. Durante estas últimas décadas, el cine podría decirse que llegó de varias maneras a casa: Vhs, dvs, Blu rays, entre otros.
Actualmente, Netflix es la plataforma líder en streaming de contenido de películas, series y audiovisuales en general. Además, y no es un detalle para nada menor, ha creado su propio contenido audiovisual. Es decir, pasó de ser una plataforma meramente de Streaming a convertirse en productora, una de las más renombradas en los días que corren. Entre algunos de los contenidos más importantes que han sido muy exitosos, podemos mencionar al furor de Strangers Things, Orange is the New Black, House of Cards, 13 Reasons Why, La Casa de Papel, Vis a Vis, Dark, la serie sobre Luis Miguel, entre muchas (¡muchas!) otras.
Lupita tiene cinco nietas, todas adolescentes y fanáticas de las series. De lo único que hablan es sobre el capítulo nuevo. Me insisten para que yo las vea, comenta. Lupita es fan de las novelas Mexicanas, ella asegura haberlas visto a absolutamente todas, no se perdió ninguna. Juliana, su nieta menor de diez años, le explicó que era Netflix y le dijo que había una novela Mexicana nueva llamada La Casa de Las Flores y que debía mirarla sí o sí. Lupita, por supuesto, no quiso quedarse afuera, así que asistió a esta clase sobre Netflix, CineAr y Amazon para entender un poco más cómo funcionan.
Los servicios de streaming de video están disponibles en aproximadamente 250 millones de casas en el mundo. Si bien aún compiten con lo que tradicionalmente llamamos el cable, la tendencia parece irreversible: el streaming es el presente y futuro de los audiovisuales.
En América Latina, dentro de los países con mayor población, México lidera la mayor cantidad de usuarios con un 19% de sus ciudadanos con Netflix. Le siguen la Argentina (18%) y Brasil, donde el 17% de los hogares cuenta con al menos una cuenta en la plataforma.