“En lo más alto del pueblo de Haworth, al norte de Inglaterra, entre el cementerio y el paisaje rocoso de los páramos, se levanta una casa de ladrillo oscuro con dos hileras de ventanas blancas. Una vivienda firme y sobria, construida a finales del siglo XVIII para ser el hogar de los pastores anglicanos del lugar. Entre 1820 y 1855, en ese edificio discreto ocurrió un hecho excepcional: allí vivieron y crearon sus obras, escondidas del mundo, tres mujeres geniales, las hermanas Brontë, Charlotte, Emily y Anne.”
Patrick Brontë fue un irlandés de procedencia sencilla, pero de supinos intereses del intelecto. Ejerció como reverendo anglicano en el pueblo de Haworth. Lugar en el que contrae matrimonio con María Branwellly. Del matrimonio nacen seis hijos, de ellos solo 1 hombre. Hijo en el cual, su padre, pondría sus mayores afanes en convertir algún día en un gran escritor y en un gran caballero, pero nada de eso ocurrió, solo un sombrío paso entre el alcohol, el opio y de otras obscuridades de una vida abrumada que no llegó a brillar más que en una de las últimas obras de su hermana menor Anne.
María Branwelly fallece a los 38 años de edad. Motivo por el cual las hermanas Brontë son enviadas a un instituto, salvo la hermana menor Anne, que se queda al cuidado de su padre. Un instituto en el que las hermanas vivirían miseria y uno de los horrores más grandes de su vida: en medio de una epidemia de tuberculosis las dos hermanas mayores, Mary y Elizabeth fallecen. Inspirando una sombra en la literatura de las hermanas. Después de estos sucesos, Charlotte y Emily vuelven a la casa de su padre en Haworth. Lugar del que no saldrían nunca más.
Estas tres mujeres para su época eran consideradas ariscas o extrañas, ya que no se mostraban interesadas en las banalidades del matrimonio, y aquellos deberes que se consideraban, en aquel entonces, propios de las mujeres.
Fueron unas rebeldes, y su literatura se dejó imbuir en parte por este espíritu de fuerza e independencia, rebeldía.
Las hermanas, Anne, Charllote y Emily, se entregaban a tiempo completo a la escritura y lectura. Y más tarde motivadas por el apremio económico, deciden publicar sus escritos para reunir dinero. Lo primero que escriben juntas fue un poemario bajo un seudónimo masculino: Currer, Ellis y Acton. Para evitar las críticas encaminadas desde un constructo social que miraba en desmedro a la mujer. Si bien la crítica fue buena, las ventas fueron escasas. Lo que motivó a las hermanas a escribir novelas por separado, pero conservando sus seudónimos masculinos.
En 1846 las hermanas escribirían sus obras más destacadas: “Jane Eyre” de Charlotte; “Cumbres borrascosas” de Emily; “Agnes Grey”, de Anne.
La revolución de sus letras se encontraba en estos personajes femeninos que rechazaban ser pasivas, que luchaban de alguna forma con el estereotipo de la época. Se trataba de mujeres inteligentes, llenas de determinación y fieles a sí mismas.
Más tarde, solo dos de las hermanas continuarían escribiendo, ya que Emily dejaría de escribir. Charllote y Anne continuarían un camino de letras hasta el final de sus días.
En 1948 perece el hermano de las Brontë, tres meses después le acompaña su hermana Emily. Anne perece en mayo de 1949 dejando en soledad a Charlotte, quien finalmente da a conocer la verdadera identidad de sus seudónimos masculinos (los hermanos Bell).
Charlotte Brontë (Yorkshire, Reino Unido, 1816-1855), Emily Brontë (Yorkshire, 1818-1848) y Anne Brontë (Yorkshire, 1820-1849).
Años más tarde a sus 37 años contrae matrimonio con Arthur Bell Nicholls. Una felicidad que fue breve en su silenciosa vida, ya que meses después de contraer nupcias perecería de tuberculosis al igual que sus hermanas.
Hay quienes señalan, sin errar, que la breve y rebelde vida de las Brontë las hizo inmortales en el tribunal de la historia de la literatura.