Me pregunto cuántas veces habré lastimado a alguien sin saberlo, sin proponérmelo. Lastimar a alguien conocido, lastimar a alguien querido, a alguien amado. Lastimar a alguien recién encontrado, a alguien cruzado. A alguien olvidado. Constantemente estamos entrando y saliendo insconscientemente de la vida de las personas que están a nuestro alrededor, y no sólo de manera física, sino también digital. Entramos a sus vidas con lo que les decimos frente a frente y con lo que expresamos digitalmente. En cualquier caso, un gesto, una palabra, una mirada, puede lastimar, porque denota lo que estamos pensando pero no estamos diciendo. Incluso a veces demuestra algo que pensamos pero de lo que no somos conscientes.
Creo que todos estamos de acuerdo en que lastimar con propósito es una crueldad. Aún así, sabiéndolo, los humanos lo hacemos constantemente. Una palabra, un comentario, una expresión facial, un chiste, casi que cualquier gesto sutil o nimio puede ser el causante de un dolor profundo. Hay muchas cosas que podrían lastimar a otra persona, que podrían lastimarnos a nosotros, sin que nos demos cuenta. Claro, también depende de la otra persona, de cuan sensible es, de sus experiencias pasadas, de sus traumas, de su confianza y autoestima, y muchísimos otros factores.
El caso es que nunca somos lo suficientemente cuidadosos con nuestras acciones ni comentarios. Y pienso que nunca lo seremos, porque es literalmente imposible saber si algo puede afectar o lastimar a alguien. Depende tanto de la persona que habla como de la persona que escucha. Por eso tal vez sería bueno decir de vez en cuando en medio de una conversación: oye, si llego a decir algo que te incomode o te moleste, dímelo, y yo te confirmaré si lo estoy haciendo a propósito o no.
Comentarios para lastimar
En mi caso, tal vez uno de los tipos de comentarios que las personas hacen más a menudo y que me molestan más son los del tipo: Eso es fácil; o Yo puedo hacerlo mejor; o ¿Cómo no pudo hacer eso? Eso debería saberlo.
Simplemente me molestan esos comentarios porque muchas veces yo no sería capaz de hacer o no sabría cómo hacer eso que ellos dicen que es fácil y obvio, y al mismo tiempo pienso que YO SÍ debería saberlo (por mis estudios, por mi experiencia, por mi vida en general). O tal vez se trata simplemente del síndrome del impostor. En cualquier caso prefiero no emitir juicios de ningún tipo en la medida de lo posible, incluyendo aquellos que definen si algo es fácil o difícil. Claro, esto lo hago cuando mis emociones e impulsos no me toman la delantera, porque somos humanos y cometemos y cometeremos errores. En el caso de ustedes, ¿qué comentarios les molestan? ¿Qué hacen al respecto?
¿Qué hacer al respecto para no lastimar o sentirnos lastimados?
Entonces, ¿qué hacer al respecto? ¿Qué hacer para no lastimar involuntariamente a los que nos rodean? ¿O para no sentirnos lastimados por lo que dicen los otros? Bueno, la solución más obvia e inmediata es poner muchísima atención a las palabras que usamos cuando hablamos. Cada verbo, cada adjetivo, cada pausa, nuestro tono de voz cada vez que acentuamos algo para demostrar nuestra admiración o nuestra sorpresa, o cuando mostramos desprecio o desinterés. Todos esos detalles son percibidos por las otras personas. Adicionamente se me ocurren varias alternativas:
- Ignorar del todo estos comentarios y dejarlos pasar de largo.
- Responder a nuestro interolucutor diciendo algo como "a mi no me parece tan fácil, yo no sabría cómo hacerlo".
- Responder de manera ofensiva: "¿usted ha hecho alguna vez eso que dice que es fácil? ¿cómo le ha ido?"
- Adquirir la misma actitud y comenzar a emitir juicios similares para así entrar en el estado emocional necesario para poder soportar escuchar esos comentarios.
- Dejar de darle tanta importancia al tema y no pensar ni si quiera en esto.