Miles de seguidores de Bolsonaro invade edificios del gobierno en Brasil
Brasilia se convierte en escenario de caos y violencia durante el fin de semana
La capital de Brasil vivió escenas dramáticas este domingo, cuando miles de seguidores del expresidente Jair Bolsonaro invadieron los edificios del Congreso Nacional, la Presidencia y el Supremo Tribunal Federal (STF). Los manifestantes exigían una intervención militar y la renuncia del presidente Luiz Inacio Lula da Silva, quien había ganado las elecciones de octubre frente a su rival de extrema derecha. Como resultado de estos disturbios, el presidente decretó la intervención federal de Brasilia, lo que significa que la seguridad pública de la capital queda bajo supervisión del gobierno federal hasta el 31 de enero. Al final de la jornada, las autoridades anunciaron que habían recuperado el control de los edificios, que estaban vacíos en el momento del ataque debido a que era domingo. Más de 1.000 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad. "Esto es terrorismo, es un golpe de Estado", dijo el ministro de Justicia, Flávio Dino. "Estamos seguros de que la gran mayoría de la población no quiere que se imponga esta oscuridad".
Seguidores de Bolsonaro exigen intervención militar y renuncia de Lula
Los seguidores de Bolsonaro llevaron a cabo una manifestación masiva el domingo, llenando las calles de la capital y acudiendo a los edificios del gobierno. Pedían una intervención militar y la renuncia de Lula, quien había vencido a su rival de extrema derecha en las elecciones de octubre. Como resultado de estos disturbios, el presidente decretó la intervención federal de Brasilia. Más de 1.000 personas fueron detenidas por las fuerzas de seguridad. "Esto es terrorismo, es un golpe de Estado", dijo el ministro de Justicia, Flávio Dino. "Estamos seguros de que la gran mayoría de la población no quiere que se imponga esta oscuridad".
Brasilia bajo intervención federal hasta fin de mes
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El presidente decretó la intervención federal de Brasilia como respuesta a los disturbios ocurridos el domingo. Esto significa que la seguridad pública de la capital queda bajo supervisión del gobierno federal hasta el 31 de enero. Al final de la jornada, las autoridades anunciaron que habían recuperado el control de los edificios, que estaban vacíos en el momento del ataque debido a que era domingo. La violencia y el caos que se vivieron durante el fin de semana son una muestra de la tensión política que ha atravesado el país en los últimos años. A pesar de que los seguidores de Bolsonaro se desmarcaron de las acciones perpetradas durante la manifestación a través de Twitter, el ministro de Justicia habló de "terrorismo" y de un intento de "golpe de Estado".