María Belén Bernal: Condenan a 34 años al expolicía y femicida Germán Cáceres en Ecuador

El jueves 25 de mayo el Tribunal Penal  declaró a Germán Cáceres culpable del femicidio de María Belén Bernal. El subteniente Alfonso Camacho acusado por presunto delito de omisión, por escuchar el crimen y no denunciarlo, fue declarado inocente. 

Durante la audiencia las autoridades judiciales determinaron que el expolicía, quien fue capturado en Colombia en diciembre del año pasado tras permanecer prófugo más de tres meses, deberá pagar mil salarios básicos unificados como multa, lo cual equivale a $450,000.

Además, se dictó la disposición de reparación integral a favor de los afectados por la muerte de la abogada. La familia de Bernal recibirá una reparación integral de $234,600. El valor resultó inferior a la cifra de $1′600,000 que su defensa exigía.

Femicidio dentro de Escuela Superior de Policía Nacional en Quito

El gobierno de Ecuador confirmó el femicidio de María Belén Bernal Otavalo el 21 de septiembre del 2022 por medio de un tuit. La abogada y madre de un niño de 13 años, estuvo desaparecida desde el 11 de septiembre de 2022, noche donde hubo una fiesta en la dependencia policial en la que habrían participado al menos 20 miembros de la Policía Nacional.

Según la línea de investigaciones, un cadete habría alertado a uno de sus superiores sobre los golpes que se escucharon esa noche en la dependencia, pero este le dispuso que no se meta “en líos de marido y mujer”.  Diez días después de la desaparición, el cadáver de Bernal fue encontrado en el cerro Casitagua,  a 3,5 kilómetros de la Escuela Superior de Policía.  Los exámenes médicos legales demostraron que fue estrangulada.

Se vincularon dos sospechosos más en el femicidio: La cadete de Policía Josselyn Sánchez, amante de Cóceres y el teniente de Policía Alfonso Camacho, vinculado por omisión, por haber estado en el edificio donde sucedió el asesinato. 

El principal sospechoso, Germán Cáceres, estuvo prófugo 103 días en Colombia 

Entre las 22h40 del 13 de septiembre y las 04h00 del 14 Cáceres huyó a Colombia, horas después de presentar una primera declaración en la Unidad de Personas Desaparecidas de la Fiscalía de Ecuador, donde aseguró tuvo una discusión con Bernal camino a su domicilio y que la misma se bajó del vehículo y tomó un taxi. 

La fuga instó a las autoridades ecuatorianas a ofrecer una recompensa de USD 20.000 por información sobre el sospechoso. El entonces ministro del Interior, Patricio Carrillo, fue duramente cuestionado por el manejo del caso de Bernal; el presidente Guillermo Lasso pidió su renuncia la noche del 23 de septiembre por el manejo del mismo. Carrillo había dejado el país para viajar a Estados Unidos a la boda de su hija, en medio de la conmoción por la desaparición de María Belén Bernal. 

El 30 de diciembre el exoficial  fue localizado en la playa de Palomino, al norte de Colombia. El trabajo coordinado entre la Policía y Fiscalía del Ecuador y Colombia permitió su detención. La información fue confirmada por las autoridades y los  mandatarios, Gustavo Petro y Guillermo Lasso mediante sus redes sociales. El 2 de enero de 2023 se iniciarón las coordinaciones interinstitucionales para el traslado de Cáceres al Ecuador.

Repatriado y  trasladado a cárcel de máxima seguridad en Ecuador 

Cáceres rindió una versión ampliada desde La Roca, cárcel de máxima seguridad en donde permanece desde el 3 de enero luego de ser expulsado de Colombia. Confesó haber asesinado bajo los efectos del alcohol a su esposa dentro de la Escuela de Policía de Quito, y haber trasladado el cadáver hasta el cerro Casitagua, a 10 minutos de la Escuela. Asimismo insistió en haber actuado solo, según contó el abogado Jesús López, representante legal de Elizabeth Otavalo, madre de María Belén Bernal. 

Mientras el prófugo estuvo en Colombia, la cadete Sánchez permaneció detenida durante cuatro meses como parte de las investigaciones del caso. Una grabación encontrada en el teléfono móvil de Bernal reveló que la mujer pidió auxilio al menos en diez ocasiones, además evidenció la inocencia de la cadete al no comprobar su presencia en la escena del crimen.