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Marlon Brando: Una obsesión llamada sexo

Marlon Brando: Una obsesión llamada sexo

El legendario actor, famoso por sus interpretaciones en “El Padrino”, "On The Waterfront" o “Apocalypse Now”, era un hombre perseguido por una infancia oscura: Víctima de los abusos de su padre y la ausencia de una madre con trastorno bipolar y alcoholizada. ¿Su única válvula de escape? El sexo.

➕ Extra 09/04/2022
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ludwing1983
@ludwing1983

Genio, figura, mito, leyenda... Son algunos calificativos que nos vienen a la mente con sólo pronunciar su nombre. Sin discusión, Marlon Brando es uno de los actores más grandes de la historia, con una larga carrera que atesora innumerables premios (BAFTA, Globos de Oro, Oscar,...) y reconocimientos de la crítica, tanto en el cine, como en el teatro. 

Sin embargo, detrás de este enorme talento, también se esconden historias oscuras, controversias, obsesiones, miedos y tormentos que eclipsan su mitológica imagen; donde todos los caminos llegan a un mismo punto: El sexo. Su voraz apetito sexual dejó una larga lista de amantes, tanto hombres como mujeres por igual. Tan numeroso es este listado, que deja en ridículo el famoso libro del legendario bajista de la banda de rock, Kiss, Gene Simmons, donde menciona (con nombre y apellido) las mujeres con las que ha estado.

Marlon Brando y el origen de su fijación

Marlon Brando: Una obsesión llamada sexo

Como todo parte de un principio y todo viene por acción de causa y efecto, el oriundo de Nebraska, EE.UU. (3 de Abril de 1924), fue el tercer y único hijo (tras sus hermanas, Joselyn y Frances) de Marlon Brando Sr., (de raíces francesas, cuyo apellido verdadero era "Brandeau" y que fue americanizado por sus padres) y Dorothy Pennebaker (de origen irlandés). Brando Sr. se desempeñaba como representante de ventas de una empresa fabricante de plaguicidas, fiel seguidor de la Iglesia Episcopal y un hombre de un carácter temperamental y muy volátil. Su madre, fue una actriz amateur y propulsora de un grupo de teatro en Omaha (donde estrellas como, Henry Fonda y Dorothy McGuire, dieron sus primeros pasos como actores). 

Desde muy temprana edad, Joselyn, Frances y Marlon se sintieron atraídos por la profesión de su madre, especialmente Marlon, quien poseía un talento innato para observar e imitar a las personas hasta la exageración. También era rebelde. En su adolescencia, solía portar una navaja, con la que pinchaba los neumáticos de los autos, asaltaba a sus vecinos y hasta llegó a dispararle a desconocidos con una pistola de aire comprimido. Razones por las que el padre lo reprendía de forma severa. Un día el joven Marlon, harto de ver a su padre golpear a su madre por sus constantes borracheras, lo enfrentó y amenazó con matarlo si volvía a hacerlo. Motivo por el cual Marlon Sr. enviaría a su hijo a la Escuela Militar de Shattuck.

Fue allí donde conocería a Earl Wagner, profesor de teatro, quien se convertiría en maestro y consejero de Marlon... Y en algo más que un amigo. Tiempo después, Wagner sería expulsado de Shattuck al ser acusado de realizar encuentros sexuales con sus estudiantes. Uno de ellos habría sido Marlon, según comenta William J. Mann en su libro "El Contendiente: La Historia de Marlon Brando".    

La lujuriosa y extravagante vida de Marlon Brando

El autor de la biografía también explica que el actor fue uno de los primeros en aceptar ser bisexualidad sin tapujos, en una época donde Hollywood estaba regida por el decoro y los actores rudos. "Brando nunca llegó a dudar de su sexualidad. Incluso, llegaba a afirmar que era un hombre que gozaba de 'libertad sexual'.", comenta Mann en su obra.

Junto al actor y director de teatro francés, Christian Marquand, Brando estrecharía una gran amistad. De hecho, en sus ratos libres, no dudaban en salir a cortejar mujeres y a desatar su desenfrenado placer sexual; manteniendo relaciones con hombres y mujeres por igual. Incluso, era una costumbre que ambos compartieran a la misma mujer en la cama, para después desatar el deseo carnal entre ellos. 

Desde el "mito erótico", Marilyn Monroe, Rita Moreno, Ursula Andress, la cantante, Kaye Ballard, pasando por el "eterno rebelde", James Dean, el mítico comediante, Richard Pryor, su viuda, Jennifer Lee Pryor, el genio musical y productor, Quincy Jones,... Nadie podía resistir el encanto, la rebeldía, "los ojos implorantes, la dulce y a la vez aguda voz de Brando, que eran un excitante e irresistible coctel que mezclaba lo masculino y lo femenino", señala Mann.

Todos, excepto Jill Banner, actriz mucho menor que Brando, ex pareja del legendario, Clint Eastwood, y quien a diferencia del resto, "no se iba detrás de Brando, cuando este se enfurecía por cualquier razón y se marchaba", expresa Mann en el libro. "Quizás fue la única mujer que logró conquistar el duro y lastimado corazón de Marlon Brando".      

 

  

 

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