La vida es una de esas cosas que todos experimentamos, pero nadie realmente entiende. Vivimos y morimos, pero ¿por qué? Nadie lo sabe con certeza. Aunque la vida es un misterio, algunas personas han sido capaces de capturar su esencia en una frase o en una serie de palabras. Aquí están las mejores frases sobre la vida y su realidad.
1. “La vida es como andar en bicicleta. Para mantener el equilibrio, debes seguir moviéndote” - Albert Einstein
Einstein tenía razón: la vida es como andar en bicicleta si te caes debes levantarte y sanar si quizá hubo alguna herida. Y seguir adelante aprendiendo a mantener el equilibrio, nosotros no nacimos aprendidos, por lo tanto, cada desequilibrio que se interponga debe ser una razón para seguir moviendo nuestra vida de la mejor forma.
A continuación, te enseñamos las mejores frases sobre realidad de vida
- Es mejor aceptar la vida tal como es en realidad y no como yo la imaginaba. Paulo Coelho
- Todo depende de cómo vemos las cosas y no de cómo son en realidad. Carl Gustav Jung
- El tiempo que se disfruta es el verdadero tiempo vivido. Gorge Bucay
- Hace falta toda una vida para aprender a vivir. Séneca
- La vida debe ser comprendida hacia atrás y vivida hacia adelante. Kierkegaard
- Lo menos frecuente en este mundo es vivir, la mayoría de la gente solo existe, eso es todo. Oscar Wilde
- La vida no se trata de encontrarte a ti mismo, sino de crearte a ti mismo. Bernard Shaw
- Vivir es nacer a cada instante. Erich Fromm.
- ¿Quieres ser rico? Pues no te afanes en aumentar tus bienes sino en disminuir tu codicia. Epicuro.
La realidad de la vida es algo complejo si lo analizamos en términos filosóficos. Cada ser existente tiene una realidad distinta en su vida, muchas veces estamos en una que no queremos aceptar, pero estás frases te harán reflexionar y valor la vida y su realidad.
2. “La vida es un sueño para los despiertos, una realidad para los que duermen” - Plato
Platón es un filósofo griego de la antigua Grecia, considerado como el fundador de la Academia de Atenas, donde enseñaba a sus alumnos que la realidad era muy diferente a lo que vemos. Tenía razón, muchas veces estamos tan concentrados en lo material y tangible que no miramos más allá de lo que puede haber, dos mundos; uno inteligible y el otro sensible, aunque este segundo sea nada más que el reflejo del mundo inteligible.