Las bebidas alcohólicas han demostrado ser una de las categorías de bienes de consumo más resistentes a la crisis en un momento de disrupción significativa. Dentro de ellas destacan dos principales categorías, en primer lugar las cervezas y en segundo el segmento de bebidas espirituosas dentro de las cuales se enmarca el whisky el cual ha tenido un crecimiento en sus volúmenes de ventas más que significativos en los últimos años y con una tendencia al a alza para los años venideros. Esto se puede ver en sus valores de mercado mundial siendo este 57960 millones de dólares en ventas en el año 2018 y con una proyección de 89600 millones para el 2025. También está el hecho que botellas pertenecientes a marcas de alta gama alcanzan valores de venta de cinco o seis cifras. Todo esto hace del whisky un blanco muy apetecible para muchos falsificadores.
Un experto puede identificar las diferencias entre los whiskies, pero para la mayoría de los consumidores es difícil diferenciar las bebidas fraudulentas. Complejos análisis químicos y analíticos han sido capaces de detectar las diferencias entre los whiskies; sin embargo, este tipo de análisis requiere mucho tiempo, es complejo, requiere profesionales capacitados y solo puede realizarse en el laboratorio. Una evaluación rápida y en tiempo real de la calidad del whisky podría resultar beneficiosa para mayoristas y consumidores. El olor de los whiskies se puede utilizar para identificar sus marcas, regiones y estilos, ya que tiene el potencial para la evaluación de la calidad y la detección de fraudes.
Para combatir esto, los investigadores han desarrollado una nariz electrónica (e-nose) que puede distinguir entre diferentes marcas, orígenes y estilos al "olfatear" el licor. Esto es porque las diferencias entre whiskies no se deben únicamente a la materia prima, sino también a la forma de producción.
El proyecto fue dirigido por el profesor asociado Steven Su de la Universidad Tecnológica de Sydney (UTS), en colaboración con los químicos, el profesor Shari Forbes y el Dr. Maiken Ueland.
"Hasta ahora, la detección de las diferencias entre los whiskies requería un conocedor de whisky capacitado, que aún podría equivocarse, o un análisis químico complejo y lento realizado por científicos en un laboratorio", dijo el profesor asociado Su.
"Así que tener una evaluación rápida, fácil de usar y en tiempo real del whisky para identificar la calidad y descubrir cualquier adulteración o fraude podría ser muy beneficioso tanto para los mayoristas como para los compradores", dijo.
Ya en el 2017 investigadores del Departamento de Química Analítica y Química Orgánica de la Universidad Rovira i Virgili presentaron un trabajo que desarrollaba una metodología para identificar whiskies genuinos de falsificaciones, esta se basaba en combinar 3 técnicas diferentes; espectrometría de masas para los aromas, espectroscopia ultravioleta-visible para el color y espectroscopia infrarroja para el gusto
El equipo utilizó un nuevo prototipo de nariz electrónica (llamado NOS.E), desarrollado en UTS, para identificar las diferencias entre seis whiskies por sus marcas, regiones y estilos en menos de cuatro minutos. Esto hace que sea un método mas sencillo que el presentado por sus colegas de la Universidad Rovira i Virgili
El experimento utilizó muestras de tres whiskies de malta mezclados y tres de malta simple, incluido el whisky de etiqueta roja y negra Johnnie Walker, Ardberg, Chivas Regal y un whisky Macallan's de 12 años.
El estudio, publicado recientemente en la revista IEEE Sensors 1 , mostró que la e-nose alcanzó una precisión del 100 % para detectar la región, una precisión del 96,15 % para el nombre de la marca y una precisión del 92,31 % para el estilo.
NOS.E está diseñado para imitar el sistema olfativo humano, utilizando ocho sensores de gas para detectar olores en un vial de whisky. La matriz de sensores genera la matriz de señal única de acuerdo con las diferentes moléculas de olor con las que entra en contacto. Luego envía los datos a una computadora para su análisis, con un algoritmo de aprendizaje automático entrenado para reconocer las características del whisky.
Los investigadores confirmaron los hallazgos de NOS.E utilizando pruebas de laboratorio de última generación en las muestras de whisky: espectrometría de masas de tiempo de vuelo combinada con cromatografía de gases bidimensional, que arrojó resultados similares.
La tecnología tiene aplicaciones no solo en la industria del alcohol, con bebidas como el vino, el coñac y el whisky, sino también para otros productos que están sujetos a falsificación, como los perfumes de alta gama.
La tecnología e-nose también ya se está empleando para detectar el tráfico de partes de animales vendidas en el mercado negro, como cuernos de rinoceronte negro, y tiene un gran potencial para aplicaciones de salud y detección de enfermedades.
1https://ieeexplore.ieee.org/document/9701291