El proyecto-autoestima se divide en 3 etapas, de 3 meses cada una, con una serie de propósitos, acciones y logros. Al final de cada etapa, evaluarás cuánto de lo que carecías has conseguido y cuánto te falta para lograr la siguiente meta.
3 duras metas en 3 meses y alcanzarás una autoestima nunca soñada
1er. Mes: Descubre si los juicios de valor que haces sobre ti mismo son propios o heredados de tus figuras de autoridad. Ya eres aduto y puedes tener tus propias opiniones.
A menudo, reconocemos en nuestras apreciaciones sobre nosotros mismos, la voz de nuestros padres o educadores (“eres un torpe, nada te sale bien”)
Elimina de raíz estos pensamientos. Quizá no eres tan tonto como creyó quien hizo ese juicio sobre ti hace muchos años. Date una oportunidad y empieza a llamarte y a sentirte exitoso o capaz. ¿Que te suena ridículo? Tan ridículo como te sonó al principio pensar que eras tonto. A fuerza de repetírtelo, te habituarás a estos nuevos patrones de pensamiento. Se trata de sustituir hábitos viejos por costumbres nuevas.
2do Mes: ¿Cómo te relacionas con los demás? Fíjate si te vinculas desde la carencia o la desesperación. O, quizá, desde la manipulación, todas formas destructivas que salen de una autoestima nula.
Aunque disimules, la gente percibe o entiende cual es tu forma de aproximarte y, en consecuencia, se queda o se retira. A nadie le gusta ser manipulado ni exigido. Si estás muy carente de estima y de afectos, eso se notará. Y, es probable que la gente huya de tu lado.
Pregúntate como actuarías tú ante alguien que se acerca a ti con esa misma actitud. Te sentirías agobiado y con razón. Por ejemplo, ve despacio cuando conoces a alguien. No quieras colgarte emocionalmente de nadie, por más necesitado de consuelo que estés. Esto aterra a la gente que quiere vincularse sanamente.
3er. Mes: Ponte fuerte y seguro de ti mismo. Prueba a hacer apreciaciones sobre cualquier tema. Opina diferente de tus amigos y date una palmadita por atreverte. Participa, ocupa tu lugar. No importa cuanto tiempo hayas estado relegado o aislado. Es hora de ocupar tu sitio, le guste a quien le guste.
Empieza con pasos cortos. Organiza encuentros con tus amigos, sugiere salidas, elige sitios.. Si no estas de acuerdo con algo de lo que te sugieren, manifiéstalo con decisión pero en paz contigo y con los demás.
Ni sumisa ni agresiva: Una persona con autoestima es asertiva
Al terminar cada etapa, deberás tener en claro que las faltas de respeto empiezan en tu interior. En lugar de preguntarte ¿por qué me subestiman?,la pregunta es ¿por qué me subestimo, me culpo o me agredo a mi mismo?
Y trabajar sobre ti mismo hasta encontrar las respuestas. Si has arribado a este escalón, entonces pasa al siguiente, a reforzar el éxito obtenido. De lo contrario, sigue trabajando sobre este primer propósito, hasta lograr recuperar tu dignidad y tu propio respeto.
Según dice Abraham Maslow “sólo podemos respetar, dar y amar a los demás cuando nos hemos respetado, dado y amado a nosotros mismos” Es lógico que si nos despreciamos, estemos solos, aislados o faltos del afecto.
Empieza a respetarte a ti mismo. ¿Cómo? Por empezar, no permitas que nadie te haga sentir menos. Cuando la gente te desvaloriza, te critica de manera destructiva o te invade es porque tú lo haces contigo mismo y, entonces, lo permites. No hace falta discutir, sólo con retirarte del lugar donde no te sientes valorado, es suficiente. A la gente se le enseña con acciones, antes que con palabras.
Deja de maltratarte y verás como tu entorno empieza a considerarte valioso.
Gentileza: Pixabay Imágenes Free