El Congreso de Brasil ha sido el escenario de eventos políticos importantes en los últimos años, incluyendo la destitución del presidente Dilma Rousseff en 2016 y la posterior elección del presidente Jair Bolsonaro en 2018.
En general, el Congreso ha sido dividido y ha enfrentado tensiones entre los diferentes partidos políticos. El partido de Bolsonaro, el Partido Social Liberal (PSL), ha tenido un papel importante en el Congreso, pero ha enfrentado oposición de otros partidos como el Partido de los Trabajadores (PT) y el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
En los últimos meses, el Congreso ha sido testigo de una serie de escándalos de corrupción y controversias políticas. Uno de los más notables fue el llamado "escándalo de las vacunas", en el que se acusó a miembros del Congreso y del gobierno de haber recibido vacunas contra el COVID-19 antes de que estuvieran disponibles para el público en general.
Además, el Congreso ha enfrentado críticas por su manejo de la crisis económica y social causada por la pandemia de COVID-19. Muchos argumentan que el Congreso ha sido lento para aprobar medidas de ayuda económica y ha fallado en su papel de supervisar al gobierno en su manejo de la crisis.
En términos generales, el Congreso de Brasil ha sido un lugar de tensiones políticas y escándalos, y ha enfrentado críticas por su manejo de la crisis económica y social causada por la pandemia de COVID-19. Es importante mencionar que el congreso también ha tenido varios proyectos importantes como la reforma previsional, la reforma tributaria, entre otras, pero estos proyectos han sido criticados por algunos sectores de la población.
En resumen, el Congreso de Brasil ha sido el escenario de eventos políticos importantes en los últimos años, pero ha enfrentado críticas por su manejo de la crisis económica y social causada por la pandemia de COVID-19 y por la serie de escándalos de corrupción y controversias políticas.