Un político siempre debe escuchar a su interlocutor en todo lo que quiera expresar. Por eso se le sugiere al hablante (periodista o ciudadano) que no sea “rebuscado”, que obvie lugares comunes, frases que no dicen nada, y exija hechos concretos con plazos obligados a cumplirse. Así, con tanta decisición y coraje, al político, nunca interrumpirá la exposición y sabrá de qué se trata lo que se exige.
En fin, que quien entrevista a un político o lleva un petitorio, no debe irse por las ramas ni dejar a un lado lo que hay que decir.
Cuando un discurso es aburrido o no dice nada, aparecen los "terminadores" de finales, como que le dan un cierre al parlamento por lo tedioso y quizá lo principal, aún se dijo. Por eso, hay que ser breve y contundente en la propuesta. Muchos políticos optar por interrumpir la pregunta ya que denotan ansiedad, la pregunta los pone nerviosos. Y no tienen mejor idea que cortarla ya que seguramente, no saben qué responder.
El político es distinto a los demás
Un funcionario merece un respeto que él mismo debe ganarse, no puede juntarse con el ciudadano a contar chistes de amigotes. Y menos decir "no puedo tomarme mucho trabajo en investigar o que un resultado es imposible de lograr", o anticiparse a las guerras contra la inflación o cualquier estrategia, solo con la palabra. Porque el efecto será un rebote que empeorará el problema.
El lenguaje genera realidad
Cuando se habla de combatir la inflación, muchos comerciantes les dan dos y tres vueltas a las remarcaciones, aumentando aún más el precio para cuando el funcionario se decida a poner el plan en práctica.
Algunos políticos se creen transgresores porque entran en confianza rápidamente con su entrevistador o sus oyentes. O quieren dar una imagen flexible y relajada, y resultan un personaje desubicado y artificial.
Si yo tuviera que coachear a un candidato, gobernante o político, lo primero que le diría es que dejase de mirar un pasado que ya murió, tanto si haya sido de gloria para ellos como si se trata de criticar la pesada herencia recibida de otro partido.
La gente detesta estos discursos, ¿cómo lo ignoran los políticos, aún en plenos siglo XXI?
Frases que no debería decir un político o gobernante, nunca
Queja insoluble: "Que si los anteriores hubieran hecho tal y cual cosa, estaríamos mejor".
No declarar con anticipación a la acción: “Vamos a parar la inflación a partir del día jueves". Las declaraciones tienen poder, se lanza esta frase y los dueños de hipermercados y tiendas empiezan remarcar desenfrenadamente.
No motivar el desabastecimiento: Otros esconden mercadería para que a la hora de comprar de nuevo, no sea algo imposible, por la inflación. Tiene su lógica.
Si un político no hace el autocoaching de preguntarse a sí mismo cada día, qué estoy haciendo por mi Patria, ¿para que me votaron? Si no hace un mea culpa frente a su partido y a los ciudadanos, ¿a donde llegará tapando errores?
Se hace imprescindible la Consultoría Política
Quien se precie de líder o coordinador debe tener un buen trainning en oratoria, y manejo de comunicación no verbal y discurso.
- Su imagen debe estar posicionada. Un buena dinámica de medios y redes sociales, complementa su difusión
- Requiere dominar las técnicas del storytelling para hacer el discurso más sentido
- Debe conocer como se diseñan y ejecutan las campañas electorales
- Repensar las formas para conectar con el electorado y con el equipo de trabajo.
- Gestión emocional de la política con motivación y liderazgo.
- Estar al tanto de qué hacer frente a una crisis y comunicar de forma estratégica y estudiada, lo que preve hacer en su gestión de gobierno, y especialmente, cómo.
La Gestión emocional y el liderazgo son puntos claves a desarrollar si queremos que los dirigentes sean estadistas, o al menos que hagan las cosas medianamente bien.
Y que la contratación de estos coaches que apoyen a los políticos, sea por talento ganado en concurso y no, por amiguismos.
Los políticos, malos ejemplos de un buen coaching
- Los políticos sirven siempre en las clases de coaching, para mostrar lo que no se debe hacer. La comunicación nunca debe ser altiva. El gobernante es distinto a los demás porque tiene deberes y obligaciones para con quienes lo eligieron para regir sus destinos. En ese sentido, es distinto. Por lo demás debe ser igual ante la ley, cosa que no se cumple.
- La gente común, les aseguro, está cansada de escuchar siempre las mismas frases de alquien que nunca será líder y mucho menos estadista, porque su lenguaje que no es inocente, lo delata.
- Los políticos que reciben a los coaches, generalmente, hablan en un lenguaje que los llevan a ese camino de aislamiento, a esa nube donde pierden el contacto con la realidad.
- El discurso debe ser siempre franco, "el pueblo no come vidrio" como ellos piensan, y la gente se da cuenta cuando miente , por más artilugios que lleve adelante.
- Fuera a los monólogos que pretenden compartir la culpa con el opositor, o hasta con el pueblo que alguna vez no los votó y generó un "desastre" por ello.
- Si un político no hace el autocoaching de preguntarse a sí mismo cada día, ¿qué estoy haciendo por mi Patria, para qué me votaron? ...¿Qué clase de compromiso con Dios y con la Patria es ése?