Si observamos esta foto del encabezamiento nos daremos cuenta de varias cosas que nos pueden hacer comprender muchas más ideas que las expresadas con palabras. A eso se le llama el lenguaje de los gestos. Vean como Putin trata de cortejar a su homólogo chino y como éste le mira de reojo sonriendo. Parece talmente como si los dos se encontraran cómodos, pero en realidad demuestran que están midiendo sus fuerzas. En política nadie es amigo de nadie, se forman alianzas, pero por razones políticas y económicas que luego pueden romperse. Y así ha pasado a lo largo del tiempo con muchos países y gobernantes. El caso de China y Rusia tiene una ventaja; nunca se han molestado mutuamente y por eso que en esta época de conflictos entre Ucrania y Rusia es China la única posible potencia mediadora entre las partes en conflicto. Todas las demás que se han barajado descontando las occidentales que pertenecen a la OTán y no son del agrado de Rusia, están descartadas como: Emiratos Árabes, la India, Turquía e Israel. Pero es que además China tiene intereses comerciales con occidente y USA y eso la hace mucho más valiosa para las dos partes y para el mundo. China mantiene una actitud hasta ahora neutral, pero quizás se está dando cuenta que no puede permanecer así mucho tiempo. Sin dejar de lado a su aliada, Rusia, tampoco va a desaprovechar la ocasión de garantizar sus intereses económicos en la esfera capitalista. China no es ya la China de Mao ni Rusia es la Rusia de Stalin.
A pesar de que Biden ha dicho a China que no le irá bien si trata de evadir las sanciones económicas de Rusia ayudándola, USA sabe que necesita de China para poder intentar parar una guerra que en el fondo no beneficia a nadie y es una barbaridad y un peligro mundial.