Qué es ser un hombre? reflexiones en torno a la masculinidad

Los hombres nos preguntamos qué es ser un hombre

Cómo psicólogo no puedo dejar de pensar los conceptos de sexo, género e identidad -masculina, femenina o cual sea- como categorías que no están vinculadas ni se derivan de lo biológico, como tampoco son resultantes de un proceso psíquico inevitable.

Son constructos, por eso para entenderlos hay que contextualizarlos en el marco socio-histórico dentro del cual toman su significado.

Hago este escrito porque me llama la atención como los pacientes que se enmarcan a sí mismos en el género masculino, hacen referencias constantes a lo que es propio del ser, parecer o tener atributos de hombre. En muchos casos, las dudas en cuanto a su propia adecuación al modelo imperante de masculinidad son frecuentes, y a veces agobiantes.

Hay que tener en cuenta que si bien los atributos considerados viriles cambian en función de la época, lo que en la mayoría de las sociedades permanece invariable es la presencia de una forma de masculinidad hegemónica. Creo que es ésta masculinidad impuesta la que los pacientes tratan de reflejar, y a la cual intentan adecuarse, por momentos, y a la cual se animan a poner en discusión.

Me parece interesante que se esté cuestionando no sólo qué es ser un 'buen hombre', uno 'hecho y derecho' como se solía decir, sino que se cuestione el hecho de que tenga que haber un formato de hombre. Cosa, por cierto, que no es necesaria.

La identidad sexual, como toda autodefinición, hace su aporte a la organización del yo…nos otorga un 'yo soy esto'. Ahora bien, no hay una ‘identidad inconciente’, ni existen ese tipo de distincione ahí. Pareciera ser que el nuevo espíritu de esta época se animará a entender eso.

La proliferación de cuerpos sexualmente inadaptados a los códigos imperantes deja en evidencia la inconsistencia del discurso hegemónico. No hay esencia masculina o femenina…el sexo se construye.

Una observación final

Quiero cerrar este artículo con mí impresión acerca de este tema en la actualidad. Creo que se está produciendo una ruptura de la masculinidad hegemónica. Empezamos a caer en la cuenta de que no  hay atributos que sean propios del género masculino y que no pertenezcan, también, a la mujer. Es un buen indicio que hoy los hombres no sepan, ciertamente, qué los distingue como tales.