Leonardo Cositorto fue detenido en Republica Dominicana después de tres meses de permanecer prófugo.
Podes llorar, gritar, patalear, putear, o agarrarte lo que te cuelga con el baúl de tu auto, si es que te queda auto y no lo entregaste también, nada de lo que hagas cambiara el hecho de que fuiste estafado timado engañado por este profesional de la mentira.
A Leonardo Cositorto le espera la cárcel, donde podrá organizar algún taller para enseñar a estafar al prójimo a cambio de cigarrillos, seguramente saldrá en diez años y libre ya de toda culpa podrá disfrutar del dinero que le esquilmo a muchos incautos de la mano de su mejor socia: La ambición.
Cositorto trabajaba con la ambición del prójimo.
Leonardo Cositorto dibujaba un espejismo mas que atractivo, despertaba la ambición y embaucaba a quien se acercara a su Generación Zoe, la destrucción de esta ambición, además de sentirse un estúpido, es lo que mas sufren las victimas de este hijo de mil tuercas.
Los que sufrieron esta estafa piramidal, seguramente no volverán a ser estafados pero Cositorto no es el primero ni será el último estafador en la historia de la humanidad, porque la ambición seguirá ahí dentro de cada una de las personas, esperando que le den alas para volar.
Cuando la limosna es mucha hasta el santo desconfía, y quizás ahora parezca bastante obvio que Leonardo Cositorto era un charlatán y que lo de los Robots que te triplican los dólares una pelotudez, hay que pensar que cuando la ambición entra a hacer su juego puede trocar lo blanco en negro.
Por eso si a ti también te cosieron el orto, aprende a perdonar, no a Leonardo Cositorto, aprende a perdonarte a ti, comprende, respira, da un nuevo paso y vuelve a caminar, busca al sol, da vuelta la página y supera la pérdida, todavía te queda un largo camino por vivir y quizás cuando pase el tiempo hasta podrás sonreír cuando recuerdes lo sucedido.