Hola mis lectores. Aqui vamos hoy con algo interesante, las tecnologías y nuestros niños y adolescentes.
Estos son tiempos de tecnologías donde se está viviendo demasiado a prisa y...
Me gustaría dedicar este espacio en mi artículo de hoy a hablar de un fenómeno que nos está afectando a todos. A algunos de manera negativa y a otros positiva, como pasa con casi todo en esta vida. Hoy en día el desarrollo de la tecnología ha alcanzado niveles que para muchos hace años atrás sería imposible. Hoy todo está controlado por dispositivos que están pensados cada vez más para que creemos dependencia de ellos. Desde allí controlamos (y nos controlan) nuestras cuentas de bancos, conversaciones con amistades, familiares, de trabajo y a veces íntimas. Trabajamos, estudiamos, relajamos y muchas veces hasta preferimos que ellos piensen por nosotros.Desde este punto pudiera abrir mi tema para referirme a los impactos negativos que trae este fenómeno en diferentes esferas de nuestras vidas. Pudiéramos estar hablando horas sobre la vinculación de las nuevas tecnologías con la salud mental, el avance de la sociedad y su impacto en el desarrollo de países y naciones. Pero a lo que realmente quiero hacer referencia en este apartado es al tema de las redes sociales. Estas, hoy en día, en estrecha relación con las tecnologías juegan un papel protagónico en nuestro día a día y es que nosotros así lo hemos querido. Usamos plataformas para todo tipo de actividades, negocios, ocio o chisme, no importa cuál sea el motivo, ahí está la opción para cada una de ellas. Para muchos esto resulta beneficioso, y en parte lo es, pero no lo será así para las generaciones futuras.
Desde el surgimiento de plataformas donde las personas tienen la posibilidad de compartir cualquier tipo de contenido que se les ocurra, nuestra sociedad se ha vuelto adicta a los teléfonos móviles, tablets, laptops y cualquier dispositivo que les permita alimentar la necesidad de buscar dos cosas que pueden encontrar en estos medios y que son demasiado cotizadas por un gran porciento de la sociedad, "la fama" y "el dinero". Hasta aqui no hay nada de malo en que las personas quieran darse a conocer por lo que son o por lo que hacen, y si, además, pueden obtener ganancias con eso pues es genial. Pero ¿Qué hay de los jóvenes que están creciendo envueltos en toda esta tela de araña que los mantiene envueltos y no los está dejando mirar al horizonte que siempre hemos deseado? Hoy en día los adolescentes y niños sencillamente prefieren hacer videos cortos y subirlos a plataformas virtuales antes de ir a aprender matemáticas y letras en la escuela. Se está perdiendo el hábito de leer y escribir, de estudiar y de prepararse para un futuro. La juventud se olvidó de lo valioso que es un doctor para la sociedad, un maestro, un chef o un taxista. Ya no se dice: cuando yo sea grande quiero ser abogado, no, hoy se dice: quisiera ser TikToker y tener millones de seguidores.La realidad es que estamos dejando que nuestros niños tomen el camino y las decisiones más fáciles con esto de las tecnologías y las posibiilidades que estas traen. Estamos tan sumidos en nuestras vidas y preocupaciones, muchas veces por sacarlos adelante a ellos que olvidamos lo importante que es una conversación a tiempo sobre la importancia de labrar un futuro. Olvidamos dosificar el tiempo que pasa nuestro niño usando un teléfono móvil o una computadora. Sería lindo que volvieramos a ver a jovenes teniendo conversaciones frente a frente en tiempos en que aún cuando están justo al lado de la persona, prefieren usar un chat. La tecnología es buena y necesaria, si los padres nos preocupamos y ocupamos un poco de guiar a nuestros niños y adolescentes pudiera ser muy beneficiosa para el desarrollo individual de cada niño.