Para muchos, en las sociedades actuales y grandes ciudades es inimaginable hablar de ausencia de energía eléctrica causada por años de abandono en el mantenimiento del sistema eléctrico nacional en las ciudades venezolanas, a excepción de la capital Caracas, donde los estragos de la energía eléctrica no son tan catastróficos como la del resto del país. En mi ciudad llamada Maracaibo, donde fue el primer lugar de Venezuela en tener energía eléctrica, el primer Banco nacional y donde se impusieron grandes adelantos científicos y tecnológicos en el siglo XIX y principios del siglo XX, ahora en la actualidad padecemos por el preciado servicio porque la negligencia de años de abandono, mentiras, faltas de inversión, des actualización, robos del presupuesto para su mantenimiento y la ineficacia técnica para poder optar con personal calificado que sustente el buen funcionamiento de la electricidad en nuestra ciudad. Para nadie es un secreto la situación terrorífica que atraviesa la nación, pero estas ciudades que tuvieron sus momentos de gloria por tener una economía más o menos estable, una cotidianidad comercial, inversora, modernismo pujante y emprendedora, llena de unos profesionales altamente calificados, producto de un sistema de educación óptimo, universidades de primera y un nivel de vida en la que podías tener acceso a todo.
A lo largo de los años nuestra calidad de vida fue cayendo estrepitosamente, haciendo que nuestra moneda, el Bolívar, se fuera devaluando cada vez más, hasta volverse polvo y entablar de forma irregular el dólar como moneda de circulación en todos los niveles del comercio nacional que a su vez circula con un débil Bolívar que ni moneda física tiene, ya que ha perdido tanto su valor monetario que nadie sabe qué hacer con esos billetes.
Un aspecto sumamente importante a tomar en cuenta es el factor climático de Maracaibo, ciudad situada al oeste de Venezuela con un clima seco, tropical, ardiente y caluroso, con un sol inclemente y con un espectro de luz inigualable, con ausencias de árboles, falto de planes de arborización, problemas de agua y de planes concretos y asertivos, que puedan hacer de esta ciudad más aceptable. Maracaibo se encuentra a orillas del lago de su mismo nombre, con los mayores reservorios de petróleo en el mundo y contrasta con los diferentes problemas y en su caso particular la energía eléctrica, esencial para el funcionamiento de locales comerciales, oficinas ejecutivas, torres empresariales, zonas residenciales, hospitales, clínicas y vías urbanas.
Para dar respuesta a toda esta decadencia, nuestros gobernantes dieron curso a esta problemática desarrollando planes de racionamiento energético nacional, donde los cortes de luz van al azar, no hay cronogramas establecidos de los cortes de energía al cual conlleva a la ciudadanía y empresas a vivir en una eterna zozobra, porque no se sabe a ciencia cierta cuantas horas de racionamiento nos va a tocar, en otras palabras, no sabemos ni cuando la quitan ni cuando la ponen.
En la ciudad de Maracaibo hemos estado hasta 7, 8 y 9 horas sin electricidad y hace 3 años aproximadamente estuvimos una semana sin el suministro de energía por fallas en los cables que surten de energía a la ciudad. Y muchos pensarán y que hacen para sobrellevar eso, bueno muy sencillo o te vas del país o simplemente aguantas, y los que no nos podemos ir aguantamos el desastre, ya que las empresas y condominios residenciales han adquirido plantas eléctricas a altos costos resolviendo el problema de la electricidad por ratos y creando problemas de índole ambiental, porque el humo que expide esas plantas es nocivo para la salud de los habitantes de los alrededores y que contaminan el medio ambiente. Por otra parte, la ausencia de electricidad restringe el acceso a la telefonía celular, ya que las antenas se apagan y la conexión a internet se ve afectada por su ausencia o velocidad de conexión. Estos métodos de racionamiento no tienen que ver que solo sea en las zonas residenciales o de comercio en general.
Los cortes de electricidad van por zonas, en algunos meses es más intenso que en otros. Afortunadamente en épocas del año el calor es más llevadero y se pueden ventilar los hogares y oficinas abriendo ventanas, pero en otros momentos donde el calor abraza de forma agobiante con temperaturas que alcanzan 45 y 50 grados centígrados, el calor resulta desesperante y al no tener electricidad no hay modo ni de trabajar y mucho menos de descansar. Los racionamientos pueden estar dados desde cortes en la madrugada, al medio día, a mitad de tarde, a mitad de mañana y a cualquier hora del día, haciendo que interrumpa con los quehaceres domésticos, laborales, de entretenimiento, compras en comercios y en todos los ámbitos de la vida social, cultural, profesional y comercial de esta ciudad.
Dentro de oficinas y residencias, se buscan múltiples oficios para desarrollar cuando no hay electricidad, tales como limpieza del hogar, dibujar, redactar con la batería de tu laptop, reunirte con gente, escribir, diseñar en papel, cocinar lo que pueda, salir mientras el racionamiento está en marcha a zonas donde si hay servicio eléctrico, hacer ejercicios al aire libre retirado del humo de las plantas eléctricas o simplemente grabar películas y videos y verlos en los dispositivos que tengas cargados de mucha batería, que en algunos casos la batería se acaba y la electricidad no llega.
Algunas veces quiero pensar que no todo está perdido, afortunadamente existen emprendimientos locales para paliar un poco la problemática de la energía eléctrica. Estos emprendimientos están cada vez más cerca de hacer cambios a nuestras sociedades desde el punto de vista tecnológicos, creando paneles solares para oficinas y áreas residenciales, al igual que en algunas zonas de la ciudad están implantando paneles solares para encender la luminaria pública y que estas zonas dejen de ser verdaderas bocas de lobo por su oscuridad. Otra forma que estado percibiendo en la ciudad son bicicletas y motos cargadas con energía solar o eléctricas, que llevan un sistema de cargado más rápido y ayudan a los repartidores de comida, estudiantes y público en general a movilizarse espontáneamente.
Una posible solución para el transporte público para esta inhóspita ciudad sería tranvías modernos cargados de energía solar, ya que poseemos una luz solar brillante y muy potente para hacer de la energía solar una solución impecable, viable, sin contaminantes y totalmente sostenibles para el medio ambiente. Con planes de la inversión privada para optar a paneles solares para zonas residenciales y sitios de trabajo, sería una oportunidad para el mejoramiento y calidad de vida de los que habitamos en Maracaibo, planes de desarrollos urbanísticos, espacios para el desarrollo cultural, deportivo y empresarial, todo bajo el esquema de energía solar. Tomando en cuenta todos estos aspectos positivos y negativos, anteriormente expuestos unos buenos planes de arborización en la ciudad y planes para el desarrollo de la energía solar, sería una buena iniciativa para bajar el impacto climático en Maracaibo y crear terrazas más verdes donde el libre funcionamiento de la energía solar y el uso del recurso verde, refrescaría mucho nuestras infraestructuras. De esta forma tendríamos una ciudad más verde y con ideas de aprovechamiento de la energía solar presente en esta particular ciudad, con ganas de tener un futuro brillante, con ideas frescas y sostenibles, libre de contaminantes y una estética impecable que le lave la cara a tantos años de abandono.