Se trata de técnicas de exposición donde la persona es expuesta a afrontar una situación temida de forma repetida, gradual y bajo la mira atenta de su terapeuta. Nunca debe llevarse adelante solo.
Al principio, al enterarse de qué se trata la terapia, el paciente puede querer huir despavorido ya que quizá, mucho tiempo ha venido escapando de esas situaciones que le provocan un miedo intenso, una fuerte ansiedad de anticipación y el deseo de evadir crónicamente esas situaciones y recuerdos que esta terapia le propone enfrentar.
Según la revista de terapia cognitivo conductual de Ceteci, el psicólogo Michael Eysenck, diseñó un modelo de ansiedad patológica “de cuatro factores”. Sostiene que las personas con trastorno de ansiedad denotan un sesgo de atención e interpretación cuando procesan la información
Según el cuadro que se sobrelleve, son distintos focos en los que se centra:
Trastorno de pánico: el foco de ansiedad es propioceptivo, se centra en las propias sensaciones. Fobia Social: se dirige a monitorear la propia conducta y su interacción con el miedo social. TOC: la tendencia es hacia el propio pensamiento al que se percibe como un foco constante de peligro. TAG: se trata de un trastorno de ansiedad generalizada porque enfoca en múltiples situaciones.
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Cómo se aplica una terapia gradual de exposición.
Existen varias formas de aproximación al evento
Terapia en vivo: el individuo imagina la situación que teme. El médico deberá pedir que la persona se acerque a las cucarachas si es que les teme y de a poco, vaya entendiendo que no todas son mortales y hasta al final de una buena terapia puede llegar hasta manipularlas.
Terapia con Imaginación: Si el paciente ha participado de un tsunami, una violación o una guerra, se le pide recuerde cada detalle, sensación, emoción, olores…para revivir la experiencia traumática y así poder superarla de una vez y para siempre.
El estrés puede llegar a anular la calidad de vida
https://www.intramed.net/contenidover.asp?contenidoid=81573
Terapia de realidad virtual :puede ser tan o más eficaz que la terapia en vivo. Hay situaciones en las que se necesita del acompañamiento virtual de una persona que, por ejemplo, tiene pánico de volar y esto se logra vencerlo gracias al aporte de la tecnología.
Terapia propioceptiva: Es aquella en la que nos centramos en la disfunción propioceptiva: esta aparece cuando la habilidad de recibir la información desde las terminales nerviosas de músculos, tendones y articulaciones, se ve afectada por un trauma. La idea es poder integrarla en el cerebro a través de movimientos musculares.
La terapia de exposición, camino al relax
No todos los pacientes son iguales
Hay diferentes grados de exposición más baja o más alta, según lo que presente el individuo:
Exposición gradual: el profesional y el paciente arman juntos una jerarquía de menor a mayor miedo para lograr la exposición. Inundación: el paciente se expone a las tareas más desafiantes de aquello que le causa miedo. Desensibilización sistemática: Hasta que se quiebre la asociación entre la imagen estresante y la respuesta ansiosa por diferentes situaciones, de usa la relajación que al calamar las tensiones, alivia los miedos y permiten el acercamiento.
Lo ideal para calmar el sufrimiento sin tanta búsqueda y espera, es encontrar de entrada un profesional con el que se tenga empatía, en quien confie, que tengas las credenciales habilitantes y el expertise para llevar a cabo la técnica de exposición que librará a la persona de mucho dolor.