Un arma al alcanze de la mano: el cigarrillo, el aliado de todos

 Breve análisis sobre el consumo del tabaco

Un cigarrito, el diminutivo nos hace creer que el daño que nos produce sea menor, gran error. Si miramos en retrospectiva todas las consecuencias están presentes en cada paso que damos, nuestra economía se ve afectada, nuestro cuerpo deja de realizar sus actividades de la misma manera y socialmente, aunque casi todos conocemos a alguien que fume, el consumo de tabaco no es exactamente un producto aceptado. El olor es totalmente desagradable, el humo irrita a los ojos y ciertas personas son intolerantes al cigarrillo. Cada vez más lugares están más conscientes de lo mal que le hace el humo a la capa atmosférica, por eso comenzaron a implementar sectores específicos para fumadores, alejados y al aire libre. El mayor daño, dejando de lado a los humanos (que nos creemos estúpidamente que seremos ese 1% de la población fumadora a la que no le pasará nada), lo recibe el medio ambiente. No solo nos matamos a nosotros mismos, sino que también a nuestro entorno.

 Para llegar a consumir tabaco es importante conocer nuestras raíces, esto no significa que seamos influenciados por los demás, solo que la mayoría de fumadores tuvieron su primer cigarrillo de personas cercanas, ya que, aunque nunca hubiéramos tocado un cigarrillo, éramos fumadores pasivos. El fumador pasivo es aquel que esta alrededor de personas que fuman, expuesto al humo.

Todo fumador recuerda su primer cigarrillo, aunque no es una charla que se cuenta a cada persona que uno se encuentra, no es un tema de conversación. A veces, se introducen en nuestra mente las ideas de dejar de fumar, dejar de gastar dinero en algo tan maligno, pero de repente sucede algo que nos estresa y la "solución" es tan fácil como sacar un cigarrillo y un encendedor. Es difícil, sin embargo, siempre escucho experiencias de personas que de un día para otro tiraron su caja a la basura y no volvieron a tocar un cigarrillo. Como también conozco otras, en las que la persona prueba de todo, caramelos, chicles que prometen hacer dejar el consumo de tabaco, parches de tabaco, etc., y nunca lo lograron.

Hay variedad de cigarrillo, diferentes precios y actualmente, vienen de sabores. Mercado hay, pero obviamente para que haya uno hace falta una demanda que prevalezca, la cual, también hay. las industrias tabacaleras son moralmente cuestionables, como toda industria solo busca ganar dinero por eso considero que acabar con ellas sería la solución, es más, produciría el efecto contrario, claro ejemplo es la ley seca en los 20s.

Con este breve análisis, no estoy pretendiendo generar consciencia o dar charlas en las escuelas, solo dar un punto de vista empático, de una persona que sufre esta adicción. Y si, sabemos todos los riesgos, sabemos que no resolverá nuestros problemas o nos hará parecer cool para gente que ni siquiera sabe fumar; cuando una persona tiene una adicción no sirve de mucho contar los pros o contras, con atención medica, psicológica y quizás un poco de incentivos, se puede lograr lo que todo fumador quiere, dejarlo.

Espero que, aunque sea alguna persona que lea esto, fumadora al igual que la autora, algún día lea esto nuevamente, habiendo logrado nuestro objetivo en común.