En el reencuentro tras 42 años sin verse las caras, el matador se quedó con el clásico después de bailar por 4 a 0 al Calamar.
Después de 42 años sin probarse en los clásicos duelos, una tarde se volvían a cruzar en la casa del matador de victoria; expectativas por ambos lados, Tigre recientemente por haber ascendido a la primera división del fútbol argentino y porque los dos están en un muy buen presente futbolístico.
Desde el arranque el calamar proponía la iniciativa para abrir el marcador, mientras el matador lo esperaba y salía de contra; con más afinidad en los pases y llegadas claras.
La visita se asomó en varias ocasiones al área de Marinelli, pero le faltó malicia en las últimas líneas.
Con el correr de los minutos, tigre salió con el cuchillo entre los dientes y golpeó primero a platense, quién quedó sentido tras el gol, por lo que el local fué marcando su idea de juego y acomodando a su contrincante a su manera de jugar.
Después del primer golpe, el calamar ya no fué el mismo y se fué desdibujando del encuentro, los de victoria se hicieron fuertes y golpearon certeramente por 4 veces, que les propinó adueñarse del clásico y de los 3 puntos.