Una generación no tiene derecho a imponer su Constitución a las siguientes porque esto establecería una dictadura intergeneracional dijo Thomas Paine, considerado uno de los Padres de los Estados Unidos.
Más de 36 millones de personas no votaron en el referéndum para la ratificación de la constitución
Las palabras de Paine están retumbando no solo en España, también, en Chile o Perú y quien sabe cuántos países más que ven como los derechos avanzan en retórica, pero no en sus constituciones, que se quedan obsoletas ante una sociedad más moderna.
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Así, el país europeo debería reflexionar por qué llevan 8 años con los mismos magistrados en el Constitucional, por qué cuando pasan más de los 4 años la constitución no detalla que debería hacerse para elegir a los jueces del Tribunal Constitucional. Esto hace de España una democracia defectuosa.
Sin embargo, no solo es eso ni tampoco los 36 millones de personas que no pudieron votar aquel referéndum, la constitución les da privilegios a algunos como la inmunidad y el aforamiento de los parlamentarios, esto ya hace a unos españoles diferentes a otros.
España merece una nueva Constitución
Otro problema que se revolvería con un referéndum es el de monarquía o república ¿los privilegiados no tienen tiempo para escuchar a las masas? Ese es el problema de que la democracia en España no sea directa como en los países que la rodean.
Una nueva constitución podría solucionar el conflicto territorial que con la llegada de los socialistas y comunistas al poder, negocian y no salen a la calle, pero la crisis sigue ahí y, quizás, veríamos a Cataluña o al País Vasco jugar un mundial como Gales este año.
En el caso de que hubiera un referéndum donde se pudiera elegir entre hacer una nueva constitución en una república o reformar la constitución de 1978, si ganara la segunda opción sería interesante analizar la inviolabilidad del monarca.
Los españoles desean reformar la constitución
Por un lado, está el sistema electoral donde algunos partidos necesitan más votos que otros para conseguir un escaño y, por otro lado, el transfuguismo el cambio de un político de un partido a otro para lucro personal.
Aunque, según en cuestas realizadas en los últimos años por el CIS y Sigma-Dos, más del 65% de los españoles desean reformar la constitución. Esto también es común entre los políticos y los partidos, pero parece que ninguno de estos políticos está preparado para llevar tales reformas o el valor de presentar una nueva constitución.
No tiene que salir una constitución republicana
Porque la democracia española solo es para unos pocos y no es directa porque la ciudadanía no está realmente representada en la creación o conformidad de nuevas leyes. Sí, en España, la política no se hace entre todos, sino que solo se hace en las administraciones púbicas.
Después de 44 años los ciudadanos de España, por muchas firmas que se recojan, no tienen ningún poder, son vasallos de lo que digan el rey, los políticos y los jueces quienes se siguen guiando por una constitución con muchos vacíos y paradigmas.
Algo novedoso que pueda beneficiar a todas las generaciones
Finalmente, una actualización nunca viene mal, no tiene que salir una constitución republicana que, realmente, es lo más cercano a la democracia, es decir, a que el pueblo tenga el poder.
Sí, debería salir algo más adelantado, mucho más inclusivo, multicultural y ecológico porque existen los argumentos para crear algo novedoso que pueda beneficiar a todas las generaciones y sobre todo a las que no pueden votar.
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